miércoles, 4 de febrero de 2009

Domingo V del Tiempo Ordinario. 8/2/2009. Evangelio de Marcos 1, 29-39

En este pasaje evangélico, como en el domingo anterior, domina la lucha contra un factor alienante que priva al hombre del uso de su capacidad crítica y lo convierte en juguete de una ideología. Se trata del abandono de una mentalidad, en este caso violenta, para aceptar la del reino de Dios, llena de justicia y amor. Es muy difícil abandonar una mentalidad y pasar a otra. Se trata de un proceso de adaptación, a veces muy duro. La Iglesia debe adaptarse a los tiempos, sin traicionar al evangelio. Cuestión difícil porque es más facil ser inmovilista; eso no requiere ningún esfuerzo, aunque las iglesias queden vacías.

Versículo 29. Simón y Andrés están en casa, no fueron a la sinagoga a pesar de tener obligación. Seguramente están disconformes con la institución religiosa judía.

Versículo 30. El evangelio de Marcos cita muy poco el Antiguo Testamento, pero se refiere continuamente a él, cosa que debe tenerse muy en cuenta para interpretarlo. En griego, para indicar la fiebre, se usan derivados de la palabra "fuego". Elías es el profeta del fuego, así llamado en la misma Biblia. En este versículo y en el siguiente, se juega con la palabra fiebre (o fuego) aplicado a la suegra de Simón. Elías era fuego, como gran adversario de la corrompida monarquía. Ahora, la suegra de Simón parece estar llena de un fuego reformista y violento, como otros muchos. Dice el versículo que "enseguida le hablaron de ella". ¿Quiénes le hablaron de ella? Deben ser seguidores fieles de Jesús, que conocen su programa y colaboran con él.

Versículo 31. El sevicio a todos los miembros de la comunidad es lo propio de los que siguen a Jesús y extienden el reino de Dios. La suegra rechaza la fiebre o fuego violento que la consume y se pone a servir. Una vez que se experimenta la fuerza de Jesús, se sigue buscando el cambio si es necesario, pero sin el fuego de la violencia.

Versículo 32. "...le fueron llevando a todos los que se encontraban mal y a los endemoniados". El griego no dice "enfermos", si no "que estaban mal", sin duda en alusión a Ezequiel 34, 4: "no aliviais a las ovejas que se encuentran mal", mencionando a los dirigentes indiferentes ante el sufrimiento del pueblo. Los "endemoniados", como ya se dijo el domingo anterior, son los alienados por la ideología nacionalista y violenta, inaceptable para Dios.

Versículo 33. "La ciudad entera estaba congregada a la puerta". En griego "estar congregado" se relaciona con la palabra "sinagoga-congregación". Parece ser que reconocen la autoridad de Jesús y quieren establecer una sinagoga reformada entorno a él. Pero Jesús no sale. No cambian de mentalidad, de valores, sólo quieren cambiar de líder.

Versículos 36-37. Echan a correr detrás de él porque desean que sea su jefe revolucionario. Pero no es ese el camino de Jesús; Él no trata de luchar violentamente contra la institución, sino que crea una alternativa, que es el reino de Dios y el servicio mutuo. Jesús propone una novedad radical.


Aplicación: hoy día, el cambio de mentalidad de la gente, sobre todo joven, es grande, y a la jerarquía católica le cuesta un trabajo inmenso evolucionar para adaptarse a los signos de los tiempos, siendo al mismo tiempo fiel al evangelio. Quizá esto sea, in genere, expresión del gran cerrojazo dado al Vaticano II.

La confesión ha quedado abandonada. ¿Por qué los curas, a nivel de parroquia, no celebran absoluciones colectivas? Es verdad que algunos lo hacen y sus obispos lo saben. Estoy convencido de que bien hechas son muy positivas, la gente va acudiendo y se conserva el sentido de pecado, que se va perdiendo. Un buen estudio histórico y del evangelio no pone objeciones a ello. Se podrían decir otras cosas del cambio de mentalidad.

 
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