jueves, 22 de junio de 2017

XII Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo A. 25/06/2017. Mateo 10,26-33

   La idea central de este domingo es que debemos ponernos en las manos de Dios Padre y suceda lo que suceda.  Debemos hacerlo en las alegrías y en las penas. Siempre.

   Como frase bíblica para memorizar y repetir durante la semana se propone la del evangelio de hoy, (Mateo 10,27): "Lo que os digo en la oscuridad, decidlo a la luz, y lo que os digo al oído predicadlo desde las terrazas". Hay que hacerlo como aspecto importantísimo y necesario en la pastoral de hoy día.

   La primera lectura se toma de Jeremías 20, 10-13. A Jeremías le toca vivir el destierro de Babilonia. En el atrio del templo pronuncia un discurso muy  comprometido y es encarcelado por el jefe de policía. Se prohíbe escuchar la palabra de Dios. Jeremías sufre toda clase de escarnios pero, a pesar de todo, está lleno de confianza en Dios. Estaba en las manos de Dios.

   La segunda lectura (Romanos 5, 12-15) está dedicada al pecado original. Por medio de Adán empezó a haber pecado en el mundo, es decir, comenzamos a pecar todos, cada ser humano pecó. Pero, aún así, aún cuando pequemos, debemos mantener la confianza en Dios, echarnos en sus brazos, y pedirle que nos abrace y nos perdone y nos ayude a corregirnos.

   En el evangelio de hoy, hay una fuerte llamada pastoral a todos. Viene a decirnos: los que amáis a Dios, pregonazlo. Invitad a los demás a que lo amen. Hablad de Dios a los demás. Dad ejemplo: ¡Todo lo que habéis aprendido de Dios, pregonadlo desde las terrazas! Y estad siempre en las manos de Dios como los gorriones. Un gorrión vale siempre muy poca cosa. Su música no es precisamente de finas melodías. En esto les ganan muchísimos pájaros. Pero, además, la poca música que poseen no sirve para deleitarnos en casa pues, en una jaula, se ponen depresivos y amanecen fallecidos. No duran más de una noche. Y, sin embargo, nos afirma el evangelio de hoy, que Dios cuida de ellos. Y nosotros valemos mucho más que todos los gorriones juntos. Otra nueva llamada a ponernos en manos de Dios. ¡Y, cómo no, si Dios conoce cuantos cabellos tenemos en nuestra cabeza!

   Recordad la frase puesta para memorizar y practicar durante la semana. Los comentarios bíblicos deben servir para poner en práctica. Los necesitamos para nuestra vida de oración y de unión con Dios. Pero, además, como labor apostólica y pastoral a la que todos estamos obligados.

   Compromiso:
   Debemos tomar decisión nosotros mismos.

 
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