martes, 17 de marzo de 2015

V Domingo de Cuaresma, Ciclo B. 22/3/2015. Juan 12, 20-33

   Estamos en la plenitud de la cuaresma cristiana. Este domingo, la primera lectura nos plantea el tema general de este domingo: una nueva alianza entre Dios y el género humano. La segunda y tercera lectura nos explican cómo se va a realizar dicha alianza. Se comienza con la lectura tomada del libro bíblico Jeremías (31,31-34). Tres veces se menciona la expresión "oráculo del Señor" queriendo afirmar que es totalmente verdad aquello que se dice. Dios hace una nueva alianza con el género humano. En esa nueva alianza, Dios meterá su ley en nuestro pecho, la escribirá en nuestros corazones y nosotros seremos su pueblo porque él será nuestro Dios. Es maravilloso escuchar estas cosas. Contentos de pertenecer al pueblo del mismo Dios, démosle gracias por ello.

   La segunda lectura, resumida pero expresivamente nos enseña cómo se selló dicha alianza. Está leída del libro de los Hebreos (5,7-9). Cristo es, para todos los que lo aman, autor de salvación eterna. Esta es la verdadera alianza. Cristo, en medio del sufrimiento sabe echarse en los brazos del Padre. Aprende a alabar a Dios Padre en medio de tan grande sufrimiento. Aunque parezca contradictorio, se comprueba que los mártires cristianos de cualquier confesión o iglesia experimentan la felicidad de Dios en el momento supremo del martirio. Algunos que han logrado sobrevivir nos lo afirman. Es el  contacto íntimo con Dios. La mayor prueba de fidelidad al Padre dada por cualquier cristiano, sea protestante, católico, ortodoxo, anglicano... Como afirma el papa Francisco, se trata del ecunemismo de sangre. Como el de Cristo.

   En el evangelio, los paganos quieren participar de la vida que da Jesús y que ven reflejada en los cristianos y toman la iniciativa. Dicen que quieren ver a Jesús. Y este contesta que se va a manifestar la gloria, su gloria. Es una expresión de la gloria del mismo Dios, según el evangelio de Juan. Dios se manifiesta en la humanidad de Cristo. Pero, hay en el evangelio de hoy una declaración solemne y central. Jesús afirma que si el grano de trigo no muere en la tierra, no libera toda la energía vital que contiene. La vida que hay en el grano, al ser enterrado, se manifiesta de una forma nueva. En la persona humana existen muchas más potencialidades de las que pensamos y van despertando cuando ayudamos a Jesús. Ayudar a Jesús es mejor traducción que "servir a Jesús". Ayudar a Jesús nos obliga más a la actividad, a la ayuda a los demás, a salir de la iglesia, del templo, y trabajar por el reino de Cristo. El gran peligro es quedarse en puras devociones. Orar sí, pero trabajando y mucho. Los curas que, con los suyos, no saben salir de la iglesia la están matando. Y lo que es peor, sin producir fruto. Una iglesia activa conmemora continuamente la muerte y la resurrección de Cristo. Mantiene continuamente la nueva alianza.

   Compromiso:
   Después de leer este comentario, decídelo.

 
Licencia de Creative Commons
Teología Ovetense by longoria is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-SinObraDerivada 3.0 Unported License.