miércoles, 20 de noviembre de 2013

Festividad de Jesucristo Rey. Ciclo C. 24/11/213. Lucas 23,35-43

   El segundo libro de Samuel (5,1-3), primera lectura de la misa de hoy, trata de que los doce ancianos de las doce tribus de Israel ungen como rey a David.

   Entre las doce tribus de Israel y los doce apóstoles existe un evidente paralelismo. Los apóstoles representan al nuevo Israel, que sustituye al antiguo. Las nuevas líneas de investigación bíblica del Nuevo Testamento van en esta línea. En el momento oportuno se desarrollará el tema.

   La segunda lectura es un admirable himno religioso tomado de la carta a los Colosenses (1,12-20). Colosas era una ciudad romana al Oeste de lo que es ahora Turquía.

   Recojo algunas de las frases más importantes de la lectura. "El (Cristo) es la imagen de Dios invisible". A Dios nunca lo vió nadie, es cierto, pero hay muchas huellas suyas y sobre todo en tu vida interior espiritual. Y, sobre todo, en Cristo podemos ver a Dios.

   Cristo es "la cabeza del Cuerpo de la Iglesia". En el lenguaje de la Iglesia del primer milenio, la Iglesia es el cuerpo real de Cristo, no su cuerpo místico.

   Por último, Cristo es la reconciliación de todos los seres... haciendo la paz por la sangre de su cruz.

   La lectura evangélica de este domingo parece propia de un texto de Cuaresma, aunque de verdad sí lo es, porque vamos a entrar en Adviento que es como una Cuaresma pequeña. Esta es la razón del salto en las lecturas que se venían haciendo.

   El evangelio de Lucas nos sitúa hoy en la cima del monte Gólgota. Jesús está en la Cruz acompañado por dos malhechores. Es un hecho que se sigue repitiendo hoy día. Y si hemos sido hechos a imagen y semejanza de Dios y Cristo es nuestra cabeza, el rostro de Cristo sufriente en la Cruz lo encontramos en muchos hombres y mujeres de hoy.

El rostro del crucificado siempre es doloroso, marginado, bañado en sangre, crucificado. Tiene dos compañeros junto a la cruz. Uno le dice: "¿No eres tú el Mesías? Sálvate a tí mismo y a nosotros". Sin embargo, el otro le dice: "Jesús, acuérdate cuando estés en tu reino".

   En el Gólgota hay mucha ironía, burla, cinismo. Como hoy mismo entre nosotros, en el mundo, en la misma Iglesia. Existe entre nosotros mucha burla, pasamos unos de otros, no asumimos nuestras responsabilidades y dejamos que otros tengan que hacerse cargo de ellas. En los necesitados se manifiesta Cristo sufriente.

   Si hoy es la fiesta de Cristo Rey, el evangelio de este domingo es una curiosa manera de presentarla. Todo parece una burla. El rey tiene poder, dinero, fama y se le obedece. Sin embargo, a Jesús se nos presenta como un hombre moribundo en la cruz, semidesnudo, sin poder para bajar de la cruz, sufriendo las humillaciones y las burlas de autoridades religiosas, soldados y un malhechor. A pesar de todo, Cristo es Rey. Es Rey de los que lo siguen, de los que renuncian a la injusticia y se comprometen a trabajar por un mundo más justo y más humano.

   Compromiso:
   Pensar en la diferencia que hay entre ser rey como los de este mundo y ser rey como Cristo.

 
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