miércoles, 29 de abril de 2009

Domingo 4º de Pascua. 03/05/2009. Evangelio de Juan, 10, 11-18

Hoy es el evangelio del Buen Pastor. Jesús es el Buen Pastor. Una óptima traducción del griego nos diría que Jesús es el pastor por excelencia, el modelo de pastor.

En el versículo anterior al evangelio de hoy, (Juan 10,10), aparece la razón de ser Jesús el pastor por excelencia. Dice Jesús: "Yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia". Esto resume perfectamente el recuerdo que quedó de Jesús entre los primeros cristianos.

Hoy se exponen unas ideas clave para nuestra vida cristiana de adhesión a Jesucristo. Los que reciben amor o, mejor, experimentan el amor, disfrutan de una vida maravillosa. La verdadera vida consiste en la inmensa felicidad que produce el sentirse querido. Esto hace que Jesús sea el mejor pastor que pueda existir. La verdadera vida sólo la comunica el amor. De esto pueden hablar los enamorados de verdad.

Jesús no desaparece cuando llega el lobo. Él nos ama hasta el final. En las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, él nos sigue amando y experimentaremos ese amor si le somos fieles hasta el final. Experimentaremos que en nosotros brota la vida divina.

Gracias al amor se produce un conocimiento mútuo. Jesús conoce a sus ovejas y estas lo conocen a él. Entre Jesús y la comunidad existe una relación personal de conocimiento profundo e íntimo. Esto es verdad. Lo sabemos todos los que nos hemos adherido a Cristo. Y lo mismo da que unos sean más conservadores y otros más progresistas. Si de verdad nos hemos adherido a Jesús, su vida circula por todos nosotros. Vivimos de su amor, que nos llena de vida. Tenemos una misma experiencia. Conocemos personalmente a Dios y a su enviado Jesús. Este fue a la muerte sin dejar de amar, sin rebelarse contra el Padre, para que también nosotros aprendamos a amar hasta el final, cueste lo que cueste.

Nos dice el evangelio, en el versículo 16, que "habrá un solo rebaño, un solo pastor". Debemos caer en la cuenta de que, en el medio de esta frase, no se escribe nada, ni una "y" o ni un "con". No se trata de un rebaño "y" un pastor o de un rebaño "con" un pastor. Jesús está tan metido en el rebaño, que es la fuente de vida para los suyos. Su comunidad no está encerrada en una institución. Es Jesús quien la pastorea desde la fuerza vital que le infunde.

Jesús recibe un mandamiento del Padre: Dar la vida. Ser fiel a su misión hasta el final, no van a perdonárselo y le conducirá a la muerte. Pero, el ser fiel a Dios no se termina con la muerte. Jesús, como buen pastor, sigue haciendo brotar dentro de nosotros una fuente de agua viva. Es el Espíritu habitando en nuestro interior. Por eso el Padre Dios nos hará, como a Jesús, recobrar la vida para siempre.

Aplicación: comprende a Jesús como buen pastor y que estas ideas te sirvan de meditación.

 
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