miércoles, 30 de junio de 2021

Domingo XIV del Tiempo Ordinario. 04/07/2021. Marcos 6,1-6

    Las lecturas de este domingo están dispuestas de una manera singular. En la primera y tercera, la lección de fondo es que, prediques lo que prediques, da igual, son gente de muy dura cerviz, unos por una razón y otros por otra, pero el resultado es el mismo, no se hace caso a la palabra de Dios.


   En la segunda lectura es Dios mismo quien ha puesto una espina en la carne de Pablo para que no se ensombrezca y piense que es algo de mucho valor. Este es el esquema de las tres lecturas de la misa de hoy.


   La primera lectura de la misa se toma del libro bíblico de Ezequiel, capitulo 2, versículos del 2 al 5, ambos inclusive. Comienza la lectura con una experiencia que le sucede a muchos cristianos y es que en algún momento de su vida sienten la experiencia de Dios en su alma. A Ezequiel le entró el espíritu, lo puso en pie y le dio una misión que cumplir, lo envió a predicar a los de Israel. Y, como es un pueblo de muy dura cerviz, Dios le dice a Ezequiel que háganle caso o no, que les predique igual, para que no puedan decir que no les llegó la palabra de Dios. Tú no olvides que Dios te habla siempre y algunas veces de manera especial. Hazle caso.


   Durante el día, repite varias veces con el salmo 122:"Nuestros ojos están en el Señor, esperamos su misericordia".


   La segunda lectura (2Corintios 12, 7b-10) nos presenta a Pablo con una molestia fuerte, pero él quiere seguir predicando a Cristo. Pide al Señor que se la quite, pero Dios le responde que le basta su fuerza que se manifiesta en la debilidad. Pablo vive contento en medio de los insultos y persecuciones sufridas por Cristo.


   El evangelio, nos presenta a Jesús enseñando en la sinagoga de su pueblo. Pero, la gente, sus propios vecinos no le hacen caso. Y eso, a pesar de que hace milagros y de que se preguntan que de dónde saca tanta sabiduría, siendo como es el hijo del carpintero. Conocen a toda su familia y ven que son como los demás. No tienen nada de especial. Este es el panorama especial en que Jesús se ve envuelto en su propia tierra. Y no pudo hacer allí ningún milagro. Porque no desprecian a un profeta más que en su propia tierra, entre sus parientes y en su propia casa. Todos brillaban por su falta de fe en él.


   Saquemos nosotros nuestras propias conclusiones y nuestros propósitos y tengamos fuerza de voluntad para ser siempre fieles a Dios.

lunes, 21 de junio de 2021

Domingo XIII del Tiempo Ordinario. 27-6-21. Marcos 5,2021-30.33-43.

   La lección de la misa de hoy es sobre la virtud teologal de la fe y las virtudes que la rodean y le dan verdadero valor.


   La primera lectura es del libro bíblico de La Sabiduría 1, 13-15;7,23-25. Expresa algo fundamental y es que Dios no ha hecho la muerte, ni se complace destruyendo a los vivos. Esta verdad debe quedarnos bien grabada. En lo que Dios ha creado no hay veneno de muerte. Esta es una verdad que debemos grabar bien en nuestros corazones. En el hombre, la muerte es simplemente un cambio de vida para mejor, para mejorar. Al "morir" nos tropezamos con la inmensidad de la gloria de Dios que nos deslumbra y nos deja purificados y limpios de toda marcha y ... derechos al cielo. Claramente, no hay purgatorio, no hace falta, porque Dios es la misma santidad que nos deslumbra y nos purifica. Así nos lo enseña el catecismo de la Iglesia en el apartado sobre el purgatorio. El catecismo menciona una lista de Santos que defiende la explicación corriente sobre el purgatorio y al final pone uno (no se atreve a poner más) que defiende la explicación que damos aquí. Cada uno que escoja para él y para sus familiares la explicación que más les guste, las dos son válidas y lícitas, aunque una va más de acuerdo con Dios, que la otra.


   2 Corintios 8,7-9.13-15 es la segunda lectura. Habla sobre la caridad. Dice Pablo que no le dice como obligación sino para comprobar el nivel de amor al prójimo. Quiere que todos sean iguales. Es una forma de decir que debemos dar al que lo necesita, con cierta abundancia.


   Y llegamos al evangelio, Marcos 5,21-30.33-43. Se relatan dos milagros: la niña de 12 años y la hemorroisa de 12 años enfenma. La niña es hija de un jefe de la sinagoga. A la hemorroisa, que toca el manto de Jesús y queda curada, le dice el Señor:"Hijo, tu fe te ha salvado". Y, al padre de la niña, le dijo:"No temas;basta que tengas fe". Cogiendo a la niña de la mano, le dijo:"Contigo hablo, niña, levántate". Y la niña se levantó y se puso a andar.


   El tema de la fe es muy importante para el cristiano. El creyente sabe en su corazón que la realización de lo que pide en la oración, no es la prueba de la validez de su fe. No se pueden pedir tonterías y alguna vez habrá desengaños materiales. Iremos aprendiendo lo que debemos pedir. Concédase o no, jamás debemos echar en cara nada a Dios.Nuestro amor a Dios debe sobrevivir siempre a cualquier desengaño. Al final de todo debe estar nuestra paz espiritual, la confianza y seguridad de que Dios está a nuestro lado y Él sabe lo que nos conviene. Nuestra amistad con Dios será verdadera si vamos por el camino por donde camina Dios. Es decir, si guardamos los mandamientos y practicamos la virtud.

martes, 15 de junio de 2021

XII Domingo del TIempo Ordinario. 20-6-2021. Marcos 4,35-40.

    No hay como conocer la violencia de la tempestad para aprender a sentirnos seguros cerca de Jesús. Sólo nos hace falta aprender a echarnos en sus brazoss. Aprender a echarnos en sus brazos en la salud y en la enfermedad, en las alegrías y en las penas. Es decir, todos los días de nuestra vida. Si alguien pudo entender bien esta forma de pensar, de entender la fe, fue el santo Job. Precisamente, la primera lectura de la misa de hoy se toma del libro de Job, 38,1.8-11. Dios puso límites al mar para que se rompa la fuerza de sus olas. Es verdad que el mar, a veces, se salta esos límites y ocasiona desgracias, pero Dios siempre está ahí, cuidándonos. Dios ve mucho más allá que nosotros. Y, al final, si perservamos en su amistad, si le somos fieles, nos encontraremos radiantes de felicidad en sus brazos.

 

    Repitamos durante el día. (salmo 106) Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.

 

   La segunda lectura es de la 2ª carta a los Corintios 5,14-17. Nosotros ya no vivimos para nosotros, sino para Cristo. Ahora lo conocemos de otra manera. Somos una criatura nueva. Una criatura nueva en el ser y en el conocer. Y vemos las cosas de Dios como Él quiere que las veamos. Al lado de Dios somos plenamente felices.

 

   Marcos 4,35-40 nos relata el evangelio de hoy. Jesús con sus discípulos se van a la otra orilla. Se levanta una fuerte tempestad, cosa frecuente en la zona, pero Jesús se durmió. Los discípulos temen perecer y lo despiertan. Jesús se pone de pie y dice al viento:"¡Silencio, enmudece!". Y llegó la calma. Esta calma que llega es la calma del agua, del corazón, de la vida que Dios nos da, que Dios nos trae.

 

   La segunda lectura nos hablaba de que ahora conocemos a Dios de otra manera. Pues, sí. Ahora, conocemos al Dios que nos hace vibrar con una alegría profunda, en lo más íntimo del corazón. Pero, necesitamos conocer más íntimamente a Cristo. Serle fieles en las alegrías y en las penas. A pesar de nuestras dificultades no separarnos jamás de Dios. Que nuestra oración sencilla y profunda sea decirle que lo amamos. Que nos salga del corazón con cierta espontaneidad. Sí. Te amo Señor.

 

   Insiste en el mismo propósito del otro día. A ver si lo vas logrando. Pero, échate en los brazos de Dios.


  

miércoles, 9 de junio de 2021

Domingo XI del Tiempo Ordinario. 13-6-21. Marcos 4,26-34.

    La liturgia de hoy nos habla de la acción de Dios en cada uno de nosotros. Dios obra con toda libertad. A veces tiene que hacerlo para ir remodelando el mundo. Si Él no interviene a veces en el mundo, que ya de por si (lo llevamos a menudo) por muy malos caminos ¡Cómo podría acabar todo esto! Sea como sea, debemos dejar a Dios con toda la libertad que Él quiera. Él es plenamente libre y todo cuanto hace es para nuestro bien, confiémonos siempre a Él.

 

    La primera lectura es de Ezequiel 17,22-24. Dios toma una rama joven, tierna del cedro. La planta en la cumbre de un monte elevado, echa brotes y da fruto. Se hace un cedro muy alto y todas las aves anidan en él. Dios humilla al árbol alto cuando las aves no acuden a él. Pero, si acuden es bendición de Dios. El Señor ha dicho esto y lo hará. Piensa: ¿Acuden a tí en busca de Dios?¿Acude a tí como aves al árbol florido?¿Expandes el olor de Dios, de Cristo a los demás? Cuando veas un árbol florido recuerda todo esto. ¡Habla de Dios, contagia a los demás.


   Hoy se lee el salmo 91. Repite varias veces durante el día: "Es bueno darte gracias, Señor".


   La segunda lectura se toma de la 2 Corintios 5,6-10. Ahora lo que sabemos lo sabemos por la fe, por la visión; no lo vemos pero lo sabemos. Si penetras el saber de Dios al que te lleva el verdadero vivir por la fe, cada vez estarás más unido a Dios. ¡Si te pegas a Dios, no te despegarás de él! ¡Busca siempre la unión con Dios!


   Y llegamos al evangelio de Marcos 4, 26-34. Seguimos con el ejemplo de la agricultura que tanto le gusta a Jesús. Que venga el tiempo adecuado, la temperatura, el sol, el agua conveniente, los abonos orgánicos por lo menos, y sin que el agricultor se entere la tierra produce, hace nacer, salir y desarrollase todo lo que has sembrado. Para hablar del reino de Dios, Jesús, sin mencionarlo, supone en nosotros la fuerza de Dios que obra si la dejamos. Esta es la gran verdad si queremos proguesar en nuestra vida interior, de intimidad con Dios, de confianza en Él. En lo más hondo de nuestro corazón sentimos que Dios obra en nosotros. Seamos siempre fieles a Dios. Empezaremos siendo muy poca cosa, pero, como el gramo de mostaza, llegaremos a bastante más de lo que pensamos. Ante Dios, somos una perla preciosa o muy preciosa, pero nosotros jamás debemos vanagloriarnos. Somos obra de Dios que, no obstante, cuenta siempre con nosotros. Después de tantos años, si la Iglesia subsiste es por ser obra de Dios. Sólo una institución que está en manos de Dios puede subsistir tantos siglos, tanto tiempo. Hagámoslo una realidad, para que el reino de Dios crezca en nuestra Iglesia.

miércoles, 2 de junio de 2021

Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo. 6-6-2021.

    Hoy celebramos la llamada, con una expresión latina, fiesta del Corpus Christi o del Cuerpo de Cristo. Es la fiesta de la Eucaristía. Por la cansagración, en la Santa Misa, el pan y el vino se convierten, y el creyente lo sabe, en el cuerpo y la sangre de Cristo. Para celebrarlo, los cristianos nos reunimos cada domingo para la eucaristía. No deberíamos pasar sin comulgar, sin recibir a Cristo en la comunión. Haciendo las cosas como es debido, nos arrenpentimos en nuestro interior de todos los pecados que podamos tener, disposición a pedir el perdón que debamos a las demás y comulgamos con deseos de ser mejor. 


   El libro del Exodo 24,3-8 nos de la primera lectura de hoy. Al empezar ya se nos presenta el primer compromiso: cumpliremos todo lo que nos manda el Señor. Tengámoslo muy presente. No nos dejemos llevar de las pocas ganas que nosotros tengamos. 

   Digamos con el salmo 115:"Alzaré la capa de la salvación, invocando el nombre del Señor". Precioso brindis. Repitamoslo varias veces durante el día.


   La segunda lectura es de Hebreos 9,11-15. Hoy no usamos la sangre de animales como sacrificio por nuestros pecados. Hoy es Cristo que repite su entrega al Padre por todos nosotros. Él se ha ofrecido a Dios Padre como sacrificio sin mancha y nos renueva totalmente. Aprovechemos el momento y abracémonos a Dios definitivamente. No nos separemos jamás de Él por el pecado.


   El evangelio es de Marcos 14,12-16.22-26. Jesús manda a dos discípulos a preparar la cena de Pascua. Así lo hacen. El evangelio menciona las palabras de la consagración escuetamente. A pesar de que el tiempo urge, cantan el himno de oración a Dios y salen para el monte de los Olivos. Jesús nos deja su Eucaristía. Gracias, muchas gracias. Pero ¡cómo va tu corazón! Visto desde tu lado humano, ¿estás muy nervioso?¿Cómo te pones en las manos de tu Padre?¿Eres capaz de hacerlo?¡Y el caso es que hay que hacerlo!¡Echarse en los brazos de Dios! En estos momentos, parece totalmente imposible, pero Dios lo hace en nosotros. Conservemos la total confianza en Dios y Él lo hace en nosotros como lo hace con los que llevan al martirio por ser fieles a Cristo, a Dios. Es un momento culmen de amor a Dios y de inmensa felicidad para el mártir. Estemos dispuestos a hablar a Dios de esta manera. ¡Que se haga su santa voluntad!


Propósito: Te repito, mucho mejor que lo hagas tú. Da el paso ante Dios. Decídelo. Estás haciendo una preciosa oración. No lo dudo.

 
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