lunes, 23 de febrero de 2009

Domingo I de Cuaresma. 01/03/2009. Evangelio de Marcos 1, 12-15

Versículo 12: "Inmediatamente el Espíritu lo empujó al desierto".
En este caso, la palabra "empujó" es una metáfora para indicar el impulso irresistible que experimenta Jesús para ir al desierto. Este desierto es distinto al desierto de Juan que estaba junto al río, en despoblado y separado de la sociedad. El de Jesús, no está en un lugar determinado y no aparece deshabitado; además, ni ora ni ayuna, al menos no se dice.
En este evangelio, es la única vez en que Jesús aparece impulsado por el Espíritu, como si la escena del desierto resumiese toda la vida pública de Jesús. Además, en todo el comienzo del evangelio de Marcos hemos ido viendo que Jesús rechaza la violencia para extender su reino mesiánico, junto con otros falsos valores de la sociedad judía, como vimos en el relato del leproso. Así, el desierto expresa la ruptura con una sociedad portadora de valores injustos.

Versículo 13: "Se quedó en el desierto cuarenta días y estuvo tentado por Satanás; vivía entre las fieras y los ángeles le servían".
El número cuarenta se usa frecuentemente en el A. T. para designar un período de tiempo en el que persiste una determinada situación (de paz, de éxodo del pueblo israelita...). El número cuarenta es indeterminado. En la realidad, por ser un número simbólico, pueden ser más o menos días o más o menos años. Por esta razón, los cuarenta días de tentación de Jesús en el desierto, pueden referirse al tiempo que duró la predicación de Jesús: tres años.
El desierto, tradicionalmente, era el lugar de los agitadores y revolucionarios con pretensiones mesiánicas. Allí está Jesús y la tentación consiste, como se puede ver a lo largo del evangelio de Marcos, en inducirle a adoptar un mesianismo de violencia, contrario a los deseos de Dios, y así conquistar el poder político. Satanás representa, pues, la ideología del poder.
Las fieras que aparecen aquí, siguiendo a Daniel 7, representarán la amenaza que son para Jesús algunos círculos de poder. Son figura de los poderes opresores, sean religiosos o políticos. Ejercen violencia, presionan y darán muerte a Jesús.
Los ángeles, en Marcos, no son necesariamente seres espirituales. Pueden ser personas humanas expresadas con la palabra "mensajero" como Juan en Marcos 1,2. La función de estos individuos-ángeles es colaborar con Jesús.
El desierto es donde Jesús va a ejercer su actividad. Las fieras colaboran con satanás y las personas hombres/mujeres ángeles, ayudan a Jesús. La escena termina sin expresar que Jesús salga del desierto. De él saldrá con la muerte.

Versículo 15: "...Enmendaos y tened fe en la buena noticia".
El reino de Dios no se realiza sin la colaboración humana. Es necesario romper con la injusticia, pero desde dentro de la sociedad injusta. Las personas desempeñamos un papel decisivo para construir la nueva sociedad o reino de Dios. Debemos enmendarnos y, además, adherirnos a Jesús por la fe con todas sus consecuencias. Lo único que necesita el mal para triunfar es que las personas buenas no hagan nada.

 
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