lunes, 29 de marzo de 2021

Domingo de Pascua de Resurrección. 4-4-2021. Juan 20,1-9

    Hoy es un día de profundas enseñanzas y vivencias. ¡¡¡Es el día de la resurrección del Señor!!! En la misa del día no aparecen lecturas del Antiguo Testamento, solo del Nuevo. La única excepción es el salmo 117 que nos dice: ¡Este es el día que hizo el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo! Expresión que se adapta muy bien a los sentimientos del día de la Resurrección.


   La primera lectura es del libro de las Hechos de la Apóstoles 10, 34a.37-43. Se refiere a los testigos designados por Dios. Sin duda que, además de los apóstoles, había otros designados a comer con Él. ¡Comer con un resucitado!¡Que nos ama y nos quiere de verdad! Allí estábamos todos representados. Pero no olvidemos el encargo que nos hizo ese día. Dice la lectura que nos encargó predicar al pueblo enseñando que todos los que creen en Él, reciben por su nombre, el perdón de los pecados. ¡Esto es lo que dice Jesús!


   Todo lo dicho nos invita a cantar con el salmo de hoy: ¡Este es el día que hizo el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo!

 

   La segunda lectura se coge de la carta a los Colosenses 3, 1-4. Si, como estamos "respirando" en el ambiente de hoy, debemos buscar los bienes de arriba, hagámoslo de una vez. "Estemos siempre con Cristo escondidos en Dios" como nos dice la lectura. Y, hagamos lo que nos dijo: enseñar a los demás lo que él nos enseñó.


   El evangelio es de Juan 20, 1-9. Se ve que María Magdalena no había pegado ojo, con todo lo que había sucedido. Y por eso, marchó para el sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro. En las vivencias de los discípulos está oscuro, pero realmente ya empieza a vislumbrarse el día. Realmente María Magdalena va a buscar a Jesús al sepulcro, pero Jesús ya resucitó. Ya no está allí. El día ha comenzado ya. Abrazamos a Cristo. ¡¡Resucitado!! ¿Y qué encuentran en el sepulcro vacío? Ven los lienzos extendidos, que significaría la cama hecha. El sudario se encuentra aparte, envolviendo cierto lugar. En lenguaje de Juan, el evangelista, "lugar" expresa a menudo el templo de Jerusalén, la institución judía que dio muerte a Jesús. Por lo tanto, Juan nos dice que el sudario, signo de muerte, envuelve un lugar que es el templo de Jerusalén. Este templo ha perdido su fuerza. Ahora es la luz de Cristo la que nos envuelve. Tenemos preparada la cama para una noche de bodas celestiales. Noche de amor con Dios. La felicidad de nuestro espíritu con el Dios de nuestros padres es indescriptible, es maravillosa. Cristo no murió, está vivo y nos espera.


   Compromiso:

   ¿Seré capaz de vivir, aunque sea de lejos, algo de lo expresado aquí? Pues, aquí tienes el compromiso. Si eres persona de oración te será fácil.

   

miércoles, 24 de marzo de 2021

Domingo de Ramos. 28/03/2021. Marcos 15, 1-39

   Las palabras antaño pronunciadas por Jesús resuenan, vívidas y presentes, como mensaje de decisión y salvación. Son pronunciadas ahora por los que somos sus discípulos, por toda la Iglesia. Son pronunciadas por tí y por mí. Tú y yo las pronunciamos, hablamos de ello a los demás. Las pronuncian no sólo los sacerdotes. Las pronunciamos tú y yo. Todos hablamos de Dios con mucha alegría. Sin avergonzarnos. (¡Ojalá fuera verdad!).

   Hoy, Domingo de Ramos, empezamos con gran alegría esta fiesta del Señor. Aunque sabemos que, a continuación, empieza la Semana Santa, semana de dolor.

   La primera lectura de la misa es de Isaías 50, 4-7. ¡Qué sepamos dar a los demás una palabra de aliento, cuando veamos que lo necesitan! Que sepamos estar cerca de Dios cuando recibamos ultrajes de los demás. Debemos saber que Dios nunca nos defraudará. Creerlo confiadamente. Así, nuestras vivencias del salmo 21 nos acercarán cada vez más a Dios. Serán una verdadera oración.

   La segunda lectura es de la carta a los Filipenses 2,6-11.En ello, se manifiesta la condición divina de Jesús y su nombre sobre todo nombre, de modo que ante Jesús toda rodilla se doble y toda lengua proclame que Jesús es Señor para gloria de Dios Padre.
   
   La gran lectura de este domingo es la Pasión de Jesús. Leetela bien, despacio, meditándola según vas leyendo. Es de Marcos 15,1-39. Las acusaciones que le hacen son tantas que Jesús no contesta a ninguna. Y tiene una gran serenidad. No manifiesta rabia. Tiene una gran tranquilidad porque tiene un amor infinito al Padre, se ha echado en sus brazos, y en su corazón no anida el odio. Pilato cede a lo que le piden, agotan a Jesús y manda que lo crucifiquen. Pero, antes, le hacen la gran burla. Lo visten de púrpura, como si fuera el rey, y le ponen la corona, pero de espinas. ¡La gran burla! Con una caña... ¡Sería con un palo fuerte! empiezan a golpearle la cabeza para que la corona (de espinas) no se caiga. Añade todas las burlas que puedas imaginarte. No, por favor, no las añadas. Ni las imagines. Reza en lo más profundo de tu corazón. Abraza a Jesús. Llora con Él. Emociónate. ¡No sé qué decirte!¡Porque Jesús es todo amor!¡Vive la gran presencia de Dios en todo momento!¡Y tú (y yo) procuremos imitarlo!

Y cuando Jesús muere, el centurión que estaba de frente, haciendo guardia... dijo: ¡verdaderamente este hombre era Hijo de Dios! ¡ Y tú ¿qué dirías?...!


   Compromiso: ¡Qué dificil es proponerte uno hoy! Creo que la lectura de todo esto puede ayudarte mucho a que logres sacar uno.

lunes, 15 de marzo de 2021

V Domingo de Cuaresma. 21/03/2021. Juan 12, 20-33

    Cuando se acerca el final de la Cuaresma, la Iglesia nos presenta unas lecturas que sólo necesitan tomarlas en serio para que se presenten impregnadas de mística. Ojalá sean tomadas en serio y nos lleven al corazón de Dios.


   Jeremías 31, 31-34 nos dice que el Señor pondrá su ley en nuestro interior, la escribirá en nuestros corazones y todos la conoceremos. El perdonará todos nuestros pecados.


   La palabra de Dios es siempre maravillosa y busca nuestro bien. Por esta razón, muy confiadamente digámosle con el salmo 50, 3-4. 12-19: Oh Dios, crea en mi un corazón puro.


   La segunda lectura es de la carta a los Hebreos 5, 7-9. Nos presenta la obediencia de Jesús al Padre al estilo de la obediencia profética. En esto están de acuerdo todas las fuentes. La muerte de cruz es una manifestación de su obediencia al Padre, que no se volvió atrás ni ante la dura muerte que se le venía encima. Es lo más esencial de la idea de sacrificio, es la entrega a la voluntad de Dios. La entrega a la voluntad de Dios en verdad, es siempre la expresión de un sacrificio. Acostúmbrate a cumplir siempre la voluntad de Dios. No pidas nada, pero habla con Dios. No sé cómo decirlo. Pidas o no pidas, pide como hace Jesús: "Padre, si es posible, aparta de mi este caliz o muerte de Cruz; pero, no se haga mi voluntad sino la tuya".


   El evangelio de hoy sigue en la misma línea. Se toma de Juan 12, 20-33. Jesús pone el ejemplo del grano de trigo. Dice: si el grano de trigo no se echa a la tierra y muere, queda infecundo; pero si muere da fruto. Jesús, a menudo, reza como rezaríamos nosotros: Padre, líbrame de esta hora ¡Líbrame de esa terrible muerte que me espera! Pero, Jesús reacciona, piensa mejor las cosas y dice:"Padre, glorifica tu nombre", es decir, "hágase su voluntad".


   En nuestras oraciones de petición, generalmente, nos falta la segunda parte. Tanto deseamos que se nos conceda lo que pedimos que no añadimos la segunda parte. No decimos "pero, hágase su voluntad, no la mía". Parece que siempre queremos tener razón en lo que pedimos. Consideramos que es la voluntad de Dios.


   Cuando Jesús en otros momentos nos invita a pedir y añade que si pedimos recibiremos, debemos interpretarlo de la misma forma que el evangelio de hoy. Y dar gracias a Dios porque nos acordamos de hacerlo.


   Termina el evangelio de hoy diciendo que cuando Jesús sea elevado sobre la Tierra, nos atraerá a todos hacia Él. Para eso está con los brazos abiertos en la cruz.  Y somos muchos los atraídos por Jesús.



   Propósito: Comprometernos con lo central o más importante del comentario que hacemos hoy. ¡Pero, comprometernos de verdad!

lunes, 8 de marzo de 2021

IV Domingo de Cuaresma. 14/03/2021. Juan 3, 14-21

    Este domingo tiene un precioso nombre, pues se llama el domingo "alégrate", en latín "letare". Y es verdad, tanto nos ama Dios, que eso debe darnos una inmensa alegría. ¡Alegrémonos de verdad! Tengamos vivencias íntimas de que Dios nos ama y nos conduce.


   El segundo libro bíblico de Crónicas 36, 14-16, 19-23 contiene la primera lectura de hoy. Refleja el comportamiento que a menudo tenemos los seres humanos. Comienza afirmando que todos los jefes, los sacerdotes y el pueblo multiplicaron sus infedilidades, imitando las aberraciones de otros, tanto que al fin sufrieron destierro. Y así, hasta que Dios movió a Ciro, rey de Persia y los dejó libres. Y además dijo: Que el Señor, su Dios, esté con ellos. ¡Y además piensa construirles un templo en Jerusalén! Dios quiere que piensen su vida y que desde ahora en adelante tengan un comportamiento propio de verdaderos creyentes. Y, nosotros apliquémonos el salmo 136, 1, 1-6 que dice: "que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti". Digámosle a Dios con el pensamiento varias veces al día: Señor te amo.


   La segunda lectura se toma de la carta a los Efesios 2, 4-10. Esta lectura se resume en "por gracia estamos salvados, mediante la fe". Y, ya que estamos salvados gratuitamente dediquémonos a las buenas obras. Debemos ser agradecidos.


   La tercera lectura (Juan 3, 14-21) nos dice que Dios nos ama tanto que nos entregó a Jesús para que todo el que cree en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Y también que "el que cree en Él, no será juzgado". Nosotros preferimos la luz a las tinieblas cuando nuestras obras son buenas. 


   Hoy nos viene bien hacer un recuento o un resumen de cuanto se nos dice en las tres lecturas de este domingo. Estemos alegres, alegrémonos de verdad porque sabemos el amor que Dios nos tiene. Que esa alegría nos lleve a vivir en la presencia de Dios. Recordemos lo que nos dice el salmo 136. Y esa alegría, ese estar junto a Dios nos conduce a realizar obras buenas. No desaprovemos las ocasiones que nos presenten...


   Tenemos un programa completo de vida, muy bueno para siempre, mientra vivamos en este mundo. programa que nos hará llevar una vida ascética muy buena y nos llevara a completar o, mejor, nos conducirá hacia una vida mística. Tendremos las vivencias de quien siente a Dios muy cerca de Él.


   Compromiso: Nadie mejor que tú te conoces a tí mismo. Por eso vuelvo a decirte que te comprometas tú en algo con Dios.

lunes, 1 de marzo de 2021

III Domingo de Cuaresma. Ciclo B. 07/03/2021. Juan 2, 13-25

    Algo fundamental en el tiempo de cuaresma es la lectura que nosotros tomamos frente a Jesús como anunciador del reino escatológico. Si de algo no puede caber duda es que la vida de Jesús está profundamente marcada por la obediencia a Dios Padre, al estilo de los profetas. Todas las fuentes están de acuerdo en esto. Esa obediencia es lo más esencial en la idea de sacrificio que tiene Jesús. Copiemos pues a Jesús durante esta cuaresma con el sentido de obediencia que él tiene. El ofreció a Dios Padre su propia vida y  su existencia.


   En el segundo libro de la Biblia, Éxodo, 20, encontramos la primera lectura de este domingo. En este texto se exponen los diez mandamientosde la ley de Dios. Leelo despacio y atente a ello de muy buena gana, por amor a Dios. Sus palabras son palabras de vida eterna. Eso dice el salmo 18, 8-11 que se dice a continuación.


   La siguiente lectura se toma de la primera carta a los Corintios 1, 22-25. Nosotros, dice esta carta, sólo predicamos a Cristo crucificado. Y lo necio de Dios es más sabio que los hombres y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. Reflexionemos sobre estas palabras. A través de Cristo debemos ver a Dios.


   El evangelio se toma de Juan 2, 13-25. Jesús encuentra el templo convertido en un auténtico mercado y por ello se enfada notablemente. A todos los echa del templo. Hace un azote con cordeles que había por allí y dice a todos: "Quitad todo eso de aquí, no hagáis un mercado de la casa de mi Padre". Pero, Jesús no pegó a nadie. Los judíos se atreven a preguntarle sobre por qué hace aquello. Y Jesús aprovecha para anunciar su muerte y resurección y les contesta: "destruid este templo y yo lo levantaré en tres días". Jesús estaba anunciando su muerte y resurección. Él hablaba llamando templo a su cuerpo. Cuando Jesús resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de esto y aumentaron su fe. 

   Al Señor le duele muchísimo que conviertan la casa de Dios en un mercado. Hoy día no la convertimos en un mercado de bueyes, ovejas y palomas, pero sí, a veces en una plazuela donde se charla sin control en vez de estar haciendo oración y poniéndose en contacto con Dios. Aprendamos a decirle a Dios que nos echemos en sus brazos y que sea lo que Él quiera. ¡Qué bien si, en esta Cuaresma, aprendiéramos a rezar así!


   Compromiso: intenta rezar de la forma propuesta.

 
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