martes, 5 de febrero de 2013

V Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo C. 10/02/2013. Lucas, 5,1-11

   En la segunda lectura de la misa de hoy, tomada de la primera carta de Pablo a los Corintios, capítulo 15, se habla de la aparición de Cristo resucitado a Pedro, a los Doce, a más de quinientos hermanos, a Santiago y a otros. A su vez, en el evangelio de hoy, se hace referencia a Simón Pedro y a Santiago y Juan hijos de Zebedeo. En la misa de hoy se hace, pues, referencia a dos personas distintas que tienen el mismo nombre: Santiago. A pesar de ser notoriamente distintos, a menudo el pueblo cristiano los confunde fácilmente.

   El Santiago de la segunda lectura es el hermano de Jesús y puede ser el autor de la carta llamada de Santiago, aunque no es seguro. Según nos cuentan Pablo, los Hechos de los Apóstoles y el historiador judío Flavio, Josefo, era un fiel observante de la ley de Moisés y se pasaba mucho tiempo rezando en el Templo de Jerusalén. Llegó a ser el jefe de los judíos cristianos de Jerusalén. Murió mártir en el año 62, por obra de un sumo sacerdote saduceo llamado Anano, según el mismo Josefo.

   El Santiago del evangelio de hoy es uno de los doce apóstoles del Señor. Se le llama Santiago el Mayor. Junto con su hermano Juan y Simón Pedro forma parte del grupo de los tres preferidos de Jesús. Después de la pesca milagrosa del evangelio de hoy, los tres dejan sus redes y le siguen.

   Santiago el Mayor, junto con Pedro y Juan el hermano de Santiago, presencia los grandes milagros de Cristo, está presente en la Transfiguración del Señor y en la oración del Huerto de Getsemaní. ¿Por qué tanta preferencia? Dice San Juan Crisóstomo que Santiago era el más atrevido y valiente para declararse amigo y seguidor de Jesús. Fue el primero de los Apóstoles que derramó su sangre por proclamar su fe en Jesucristo.

   En el evangelio de hoy Pedro llama a Jesús, Señor. Conforme a la primera lectura, el nombre de "Señor" se aplica a Dios, es su nombre. Quizá en el evangelio de hoy, se aplica también a Jesús como Dios encarnado. Pero, también puede hacer referencia a Cristo resucitado, porque, como resucitado, en el Nuevo Testamento, él es el Señor. De ser así, estaríamos ante la técnica del entrelazado. Un pasaje de la vida de Jesús sirve, a la vez, como relato de algo perteneciente a la vida real de la primera iglesia, época en que Jesús ya ha resucitado y, por lo tanto, es el Señor. Se trataría de recordar a la Iglesia su necesidad de dedicarse a pescar hombres, es decir, hacer discípulos. Jesús, el Señor, los anima.

   En algunos sectores, ya se va sintiendo la necesidad de salir a la calle para hablar de Dios a la gente y hacerles comprender que Dios nos ama. Dios nos deparará una pesca mayor de lo que pensamos.

   Los dos Santiagos de las lecturas de hoy nos animan a ser fieles al Señor resucitado hasta el punto de dar la vida si es necesario, antes que negarle.

   (Otro comentario de este evangelio, el 7/02/2010).

   Compromiso:
   Volviendo a leer este comentario evangélico, tú mismo puedes ver un compromiso posible.

 
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