lunes, 13 de junio de 2022

Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo. 19/06/2022

La primera lectura se toma del libro del Génesis 14, 18-20. Como la segunda lectura y el evangelio, las tres son de contenido eucarístico como lo pide la fiesta de hoy. Génesis 14, 18-20 nos presenta a Melquisedee como rey y sacerdote de Dios. Dos cosas difícilmente compatibles si han de ser las cosas como Dios quiere. Ojalá realizáramos en nuestra vida esta posibilidad de conjunción de las dos posibilidades: cumplir plenamente como humanos y plenamente como seres dedicados al servicio divino. La segunda lectura es de la Primera Carta a los Corintios 11, 23-26. Jesús nos pide que hagamos lo mismo que él hizo y que lo hagamos en recuerdo suyo. Nos habla en palabras de su cuerpo que se entrega; nos habla de una nueva alianza sellada con su sangre. Y cada vez que lo hagamos proclamamos la muerte del Señor hasta que vuelva. Maravilloso. La secuencia propuesta por Santo Tomás de Aquino es maravillosa. Recitémosla despacio en algún momento. Y rápidamente, hemos llegado al evangelio de la misa de hoy: Lucas 9, 11b-17. Se trata de la multiplicación de los panes y de los peces. El número cinco, generalmente, es un número simbólico en el lenguaje bíblico. Así, leemos cinco panes, cinco mil hombres, grupos de cincuenta cada uno. Aquí, el número cinco se encuentra por todos los sitios. Entonces si se trata de un número simbólico. ¿cómo ha de interpretarse? Pues que eran un número grande de oyentes los oyentes de Jesús. Que eran muchos, se expresa diciendo que eran unos cinco mil. Nosotros podríamos manifestarlo diciendo que eran una millonada o de cualquier otra forma. Fueran los que fueran, eran muchos los que seguían a Jesús. Dice el evangelio que comieron todos y se saciaron. Y, todavía sobraron doce cestos. Y todos quedaron saciados. El banquete fue completo como todo lo que Dios prepara para nosotros. Y ahora nos quedan unas posibles reflexiones sobre la eucaristía. Terminamos de oir misa en la parroquia y nos anuncian que llega un cadáver y es el funeral. No se trata de un feligrés, es de una parroquia de otro lugar. Pero, sí se trata de un conocido, de una buena amistad. Y mi esposa y yo nos quedamos al funeral. Como ya hemos comulgado, ella piensa que ya no se puede comulgar. Alguna otra vez si hemos comulgado, pero a ella no le parece lo apropiado. La convencí diciéndole que la misa es siempre un banquete y en los banquetes se come. Así que a recibir a Jesús cuando llegue el momento...

 
Licencia de Creative Commons
Teología Ovetense by longoria is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-SinObraDerivada 3.0 Unported License.