lunes, 2 de julio de 2012

XIV Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo B. 08/07/2012. Marcos, 6,1-6

   Jesús llega a su tierra, juntamente con discípulos suyos y, por lo que se ve, nadie se interesa por él. Se aproxima un día de precepto y Jesús aprovecha la ocasión, como para hacer la presentación oficial en su pueblo. Así, el encuentro de Jesús con la gente, es decir, con los fieles de la sinagoga, se realiza sin que ellos puedan evitarlo.

   La fama de Jesús ha llegado, no faltaba más, a su pueblo de Nazaret, donde se preguntan con mucha incredulidad: "¿De dónde le viene a este esas cosas? ¿Qué sabiduría es esa que le han enseñado? ¿Y de dónde le viene esa fuerza que sale de sus manos?"

   Jesús se puso a hablar en la sinagoga y la gente, mientras tanto, lo está criticando.

   En el lenguaje de Marcos, estar endemoniado es estar dominado por el sistema religioso-político; es ser un fanático, un dominado por la parte de ideología de que está contaminada la religión. Y, a eso se refieren cuando la gente se pregunta de dónde le viene a Jesús el poder que sale de sus manos y con el que cura a los endemoniados, es decir, con el que les hace abandonar la ideología político-religiosa existente.

   No ven la fuerza de Dios en sus palabras. Y con las preguntas que se hacen no buscan solucionar sus interrogantes, pues ya tienen su opinión formada sobre Jesús.

   Lo mismo hacemos hoy con Jesús, ante la urgentísima necesidad de una nueva evangelización. La parte conservadora de la iglesia ha logrado silenciar y anular por completo el Concilio Vaticano II. Intentó soplar con fuerza el Espíritu de Dios, pero se le acalló totalmente. Los conservadores no quieren oir hablar de las conclusiones que salen del Vaticano II y se confunde la nueva evangelización con la repetición de la antigua. ¡Claro, que para ello es necesario tergiversar el Vaticano II! Pero, se hace ¡Cómo se hacia con los hechos y las palabras de Jesús!

   En este evangelio, aparece también la familia de Jesús: "¿No es este el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? ¿Y sus hermanas no están con nosotros aquí?"

   Se menciona la familia para distraer la atención de lo que enseña Jesús. Pero, dejando esto aparte, el oficio de carpintero incluye, en aquella época, además de lo propio de un carpintero, las funciones de un artesano, albañil e, incluso, herrador. Es lo que significa la palabra griega uradaaquí.

   No podemos extendernos hablando de los hermanos de Jesús.

   Compromiso:
   Si Dios, a veces, habla a través de los signos de los tiempos, piensa cómo crees que debería ser la iglesia hoy, permaneciendo fiel al Señor.

 
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