miércoles, 23 de diciembre de 2015

Octava de Navidad. Ciclo C. 27/12/2015. Lucas 2, 42-52

 
 
    Hoy se celebra la fiesta de la Sagrada Familia. Esta es la razón por la que, las lecturas de este domingo hacen todas ellas referencia, de una forma o de otra, a la vida familiar.
 
   La primera lectura (tomada del libro bíblico llamado Eclesiástico o Sirácida, 3,3-7.14-17) se refiere al entrañable respeto que los hijos deben tener hacia los padres. Relaciona el honrar al padre o a la madre con el perdón de los pecados que los hijos puedan tener. Expía los pecados, dice el texto de esta primera lectura. Debemos tomar dichas palabras como plenamente efectivas. Tratando con verdadero amor y cariño a nuestros padres - padre y madre - nuestros pecados desaparecen como la escarcha de la mañana desaparece con la llegada del sol, como afirma dicho libro, el Eclesiástico.
 
   La segunda lectura es de la carta a los Colosenses (3,12-21). Habla de las virtudes que deben adornar el uniforme de los cristianos. Y como resumen de todas ellas, afirma que la corona de todas ellas es el amor. El amor es el ceñidor de la unidad consumada. Representa, pues, la unidad de toda la familia. Por esta razón, si manda obedecer a los hijos, también dice a los padres que no los exasperen: debe reinar el verdadero amor entre todos los miembros de la  familia. Y, para ello, nada mejor que vivir todos en un ambiente de amor a Dios, dándole gracias de corazón y cantándole.
 
   El evangelio refiere la escena en que el niño Jesús, a los doce años, se queda en Jerusalén sin haber dicho nada a sus padres. Estos, desaprensivamente, se marchan sin él para Galilea. Al darse cuenta de la falta, dan la vuelta, encontrando a Jesús al tercer día sentado en medio de los doctores, escuchándolos y preguntando. A la consiguiente regañina, Jesús contesta: "¿No sabíais que yo debo ocuparme de las cosas de mi Padre?". A Jesús, todavía le quedaba mucho por crecer tanto en edad, como en sabiduría y en gracia delante de Dios y de los hombres.
 
   Lo central de este pasaje es que Jesús vive para ocuparse de las cosas de su Padre Dios. Un buen motivo de reflexión para todos nosotros. ¿Dejamos algún espacio en nuestra vida para ocuparnos de las cosas de Dios? Tiempo para ayudar a quien de verdad lo necesita, tiempo para hacer algún momento de oración, tiempo para hablar de Dios a las personas. Si tomamos en consideración todas estas cosas celebraremos de verdad el día de la Sagrada Familia.
 
   Compromiso:
   Quedarme con la idea que más me guste.
 
 
   

 
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