martes, 5 de junio de 2012

X Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo B. Corpus. 10/06/2012. Marcos, 14,12-26

   Los discípulos preguntan a Jesús: ¿Dónde quieres que vayamos a prepararte tu comida de Pascua? Como contestación, él envía a dos discípulos con unas instrucciones. Deben ir a la ciudad y encontrarán a un hombre que lleva un cántaro de agua. Le seguirán y cuando lleguen a su casa dirán al dueño: "El Maestro dice:¿dónde está la habitación en que voy a comer la pascua con mis discípulos?".

   Según los autores, este relato tiene un significado teológico y por lo mismo no debemos creer que todos los detalles son verídicos. En efecto, en todo momento podían encontrarse en Jerusalén algunos que llevasen agua de la fuente de Siloé.

   En las casas de la ciudad, la habitación más grande se encontraba en el piso superior. Para la celebración de la pascua, debían reunirse al menos diez personas en un espacio de unos 23 m2. Los judíos celebraban la pascua como banquete. La postura yacente a la mesa expresaba que el pueblo había pasado de la esclavitud de Egipto a una vida de libertad.

   No se puede despreciar de ninguna manera la opinión de que esta comida, mencionada en el evangelio de hoy, tuvo lugar en la misma casa en la que, después de Jesús, se reunía la comunidad cristiana de Jerusalén.

   En el final del evangelio de hoy no se encuentra alusión alguna a la fiesta de la pascua, ni la mención al cordero pascual, a pesar de que Marcos parece querer situarlo todo en un contexto pascual. Esto se comprende si el texto pascual fue empleado por la comunidad cristiana para celebrar la eucaristía, sin tener en cuenta la celebración de la pascua. Esto es algo que llena de inmensa alegría, pues nos hace ver cómo los primeros cristianos celebraban la presencia de Jesús en la celebración eucarística.

   Según la concepción bíblica, la sangre es considerada como portadora de la vida. Desde este punto de vista, la copa ofrecida nos da la comunión con el Señor, que se entrega a la muerte sin dejar de amar al Padre en medio de los terribles sufrimientos. La institución de la nueva alianza nos da redención y salvación.

   El pasaje evangélico de este domingo se cierra con el canto de un salmo que cuadra con la comida pascual y con la celebración eucarística. Pudo ser alguno de los que van del 114 al 118 según costumbre judía al terminar la comida pascual. Según Exodo, 12,22, se prohibía abandonar la casa durante la noche de pascua. Posteriormente, se mandaba no abandonar la zona ciudadana de Jerusalén. La vertiente sur del monte de los Olivos entraba en tal delimitación.

   Compromiso:
   Hoy celebramos la fiesta de la Eucaristía o Corpus Christi. Aprende de memoria las palabras de la consagración que el sacerdote recita en la misa.

 
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