miércoles, 2 de febrero de 2011

Domingo V del Tiempo Ordinario. Ciclo A. 06/02/2011. Mateo, 5,13-16

   Dos imágenes son lo esencial del evangelio de este domingo. Las imágenes de la sal y de la luz. La primera proporciona la incorruptibilidad y en la antigüedad era usada en los pactos como símbolo de firmeza y permanencia. Así dice la Biblia en el libro llamado Números, capítulo 18, versículo 19: "Una alianza de sal es para siempre". En este sentido, puede decirse que nosotros, que somos la sal de la tierra, somos la manifestación del pacto de Dios con todos los hombres. ¡Qué maravilla! ¡Por esta razón, no podemos volvernos insípidos! Por lo mismo, la comunidad o el cristiano que traiciona el mensaje deja de sazonar a quienes lo rodean y, por lo mismo, no expresa el pacto de amor de Dios con los hombres. Como dice el evangelio de hoy, la sal que se ha vuelto sosa no sirve paa nada. Metafóricamente, sirve para tirarla fuera y que la pise la gente.

   La segunda imagen, la de la luz, es también muy expresiva. La luz resplandece, no puede ocultarse. Si se enciende una luz no es para ocultarla, es para ver. Y si se pone en lo alto de un monte es para que se vea. La luz en casa es para que alumbre a todos y todos puedan ver.

   Jesús termina con una recomendación: "Que vuestra luz alumbre a los hombres para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo".
La recomendación de Jesús debe aplicarse en dos sentidos: con relación al individuo cristiano y a la comunidad cristiana. Esa recomendación se cumple si recordamos el lema de algunas asociaciones cristianas: "oración, estudio y acción".

   El cristiano debe ser persona de oración. Esta puede realizarse con el pensamiento, la lectura y la palabra. La oración con el pensamiento, u oración mental, puede realizarse en cualquier momento, incluso yendo por la calle. Dile a Dios, con el pensamiento, que lo amas, y ya has hecho una breve oración. La lectura de algo con un motivo religioso también puede servir de oración. De palabra, es oración que todos, más o menos, realizamos.

   En el estudio, el centro de todo es Jesucristo y, alrededor de él girar, como en una circunferencia, toda una temática de diversos aspectos de la teología bien actualizada. Es triste que las investigaciones teológicas no lleguen a los bancos de la iglesia y que los cristianos tengan casi siempre una visión teológica errada que no sirve como luz al mundo.

   La acción apostólica es cuestión individual y comunitaria. Empieza por la conducta propia de un cristiano, lógicamente. Pero, incluye la influencia hacia otros. Como se recalca, a menudo, es necesario decidirse a hablar de Dios con los demás; saber presentar a Jesús y testimoniarle. Y estas cosas han de realizarse tanto individualmente como en grupo cristiano.

   Actividad:
   Hacer algo de oración, dar testimonio cristiano, hablar de un tema religioso con otros, leer algo sobre teología avanzada...
  

 
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