martes, 30 de junio de 2009

Domingo XIV del Tiempo Ordinario. 05/07/2009. Marcos, 6,1-6

No me cansaré de repetir que, para entender la explicación, es necesario leer atentamente el texto y, si es posible, tenerlo delante.

Jesús fue a su pueblo en compañía de sus discípulos; es decir, fue a Nazaret, en Galilea. Llevaba allí algunos días y, cuando llegó el día de precepto, el sábado, se puso a enseñar en la sinagoga. En los días anteriores, no aparece ninguna reacción de la gente ante la presencia de Jesús. Es necesario que llegue el "día de precepto". Marcos, en el original griego escribe "día de precepto", mientras que el misal traduce "sábado". Es verdad que parece ser lo mismo, pero si Marcos pone "día de precepto" en vez de "sábado" es, sin duda, para hacer ver que es gente sometida al sistema religioso, a su fuerza de ley. No están en la religión porque aman a Dios y al hermano. Es por fanatismo religioso.

Al oirlo hablar, la gente reacciona contra Jesús. Lo que enseña no se reconoce como un saber inspirado por Dios. No es el saber que se enseña en las predicaciones del culto. No es lo que se enseña en las escuelas rabínicas, a las que Jesús no asistió. Es algo sospechoso.

Sus paisanos, además de preguntarse por sus conocimientos, se preguntan sobre "qué fuerzas son esas que le salen de las manos". El misal escribe "milagros" en vez de seguir el original griego que habla de "fuerzas". El pueblo expresa que Jesús no actúa por sí mismo y que esas fuerzas que le salen de las manos son de alguien que actúa por medio de él. Ellos hablan de Jesús, pero no pronuncian su nombre porque lo desprecian.

Y siguen afirmando para manifestar desprecio: "¿No es éste el carpintero, el hijo de María, el hermano de Santiago y José y Judas y Simón? ¿Y, no están sus hermanas aquí con nosotros?". Son argumentos para neutralizar la impresión causada por su predicación. El que por toda Galilea actúa como maestro y taumaturgo, en su tierra es sólo un vulgar carpintero. Este término de carpintero tiene un significado más extenso que en castellano. Incluye, además de lo específico de carpintero, las funciones de albañil, artesano, herrador. De esa persona se echaba mano para muchas necesidades. Era un "manitas". Pero, para predicar, para enseñar era un "don nadie". Jesús no asistió a ninguna escuela que lo haya capacitado para enseñar.

Para mencionar a los hermanos de Jesús, Marcos emplea una palabra griega que, normalmente, significa hermano en sentido estricto, no primo ni pariente. La postura más común de los expertos es que se trata de verdaderos hermanos y hermanas de Jesús. Meier, el investigador católico de mayor prestigio en estos momentos, afirma que "la opinión más probable es que los hermanos y hermanas de Jesús lo fueran realmente". No se dice el nombre de las hermanas quizá por la poca importancia que se les daba a las mujeres.

Dice este evangelio que Jesús es el hijo de María. No era costumbre, entre los judíos, llamar a una persona como la hija de su madre, aunque su padre hubiera muerto ya, a no ser como insulto. A Jesús, por lo tanto, lo insultan.

Anteriormente, Jesús, en la sinagoga de Cafarnaún, (Mc. 1,21b-28), vió reconocida su autoridad con el consiguiente descrédito de la enseñanza oficial de los letrados. Pero, después de la campaña difamatoria hecha por lo letrados de Jerusalén (3,22), la gente acepta la autoridad del sistema opresor y rechazan a Jesús por miedo.

Termina el evangelio de hoy afirmando que Jesús recorría las aldeas de alrededor, enseñando. En Marcos, las aldeas son comunidades judías que viviían al margen de la institución religiosa.

Práctica:
Atrévete a criticar a la misma institución eclesiástica, pero sin perder de vista el evangelio de Jesús. Para ello, procura prepararte.

 
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