lunes, 23 de septiembre de 2019

XXVI Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo C. 29/09/2019. Lucas 16, 19-31

   Las dos lecturas que marcan el ritmo del día, es decir, la primera y la tercera, hacen referencia a los sufrimientos del pobre, del necesitado. Pero, la segunda nos presenta al cristiano de verdad que combate el buen combate de la fe.

   La frase para recordar y repetir durante la semana puede ser: "Combate el buen combate de la fe", tomada de la segunda lectura.

   La primera lectura es del libro bíblico de Amós, el profeta más antiguo del que se nos ha transmitido un libro con sus oráculos. Se presenta a Yahvé Dios que no habla sino que ruge contra las que abusan del pobre. Por eso, irán al destierro y se acabará la orgía de los disolutos. La lectura abarca en el libro de Amós el cap. 6, 1a. 4-7.

   La segunda lectura es de 1Timoteo 6, 11-16. Nos presenta el modelo de hombre cristiano que debe buscar la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. Y nos llama a combatir el buen combate de la fe. Lo considera todo un mandamiento que debe cumplirse hasta la manifestación de nuestro Señor. El es el único que tiene la inmortalidad y que habita una luz inaccesible.

   En la tercera lectura, se nos presenta el conocido pasaje del rico epulón y el pobre Lázaro. Creer en la otra vida es la única forma de lograr la realidad de la justicia. Lázaro es un nombre que significa "Dios ayuda". En verdad, que Dios siempre ayuda. Lo sabe muy bien aquel a quien le toca sufrir pero sigue amándole, echándose en sus brazos, siéndole auténticamente fiel. Apúntate al nombre de "Lázaro", a su significado, y sigue siendo fiel a Dios todos los días de tu vida, suceda lo que suceda. ¿No te has preguntado nunca por qué Jesús de Nazaret habrá escogido este nombre para el "super pobre" de la parábola? La lección es magnífica.

   Como siempre, el evangelio se supone leído. Aquí no se puede dedicar uno a contarlo, en perjuicio de las enseñanzas espirituales. El Nuevo Testamento considera a Abrahán el padre de la fe y a él acude el rico epulón, después de la muerte, cuando se ve condenado para siempre. Sólo le pide que deje a Lázaro mojar su dedo en agua y le refresque la lengua porque le torturan las llamas. Pero, no le es concedido. El rico acaba pidiendo que un muerto venga a hablar a sus familiares para que no se condenen. Abrahán contesta que si no escuchan a Moisés ni a los que predican la fe, no se convencerán ni aunque resucite un muerto.

   Este final tiene vigencia aún hoy día. Se oye, a menudo, a algunas personas afirmar que nadie a venido a decirnos lo que hay después de la muerte y que, por lo tanto, no creen. No saben lo que se pierden al no cultivar la fe. Ignoran lo que son las vivencias espirituales de la fe. Dichas vivencias son como una lámpara encendida que te hacen verlo todo claro, muy claro. Es la luz que nos da Dios cuando caminas a su lado, cuando te echas de verdad a su lado.

   Compromiso:
   Acércate a Dios, para que él llegue a iluminarte.

lunes, 16 de septiembre de 2019

XXI Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo C. 22/09/2019. Lucas 16, 1-13

   Las lecturas de esta misa, como casi siempre, obedecen a una determinada temática en la que la primera y tercera la desarrollan y, en la segunda lectura, brillan los aspectos teológicos, ascéticos y místicos.

   Como texto para recordar se propone el tomado de la segunda lectura que afirma que: "uno sólo es el mediador entre Dios y los hombres: el hombre Cristo Jesús".

   La primera lectura comienza mencionando a aquellos a quienes se dirige, es decir, a los que pisotean al pobre y eliminan a los humildes. La lectura se toma del profeta Amós 8. 4-7. Habla de la gente que sólo cumple lo externo de la piedad: el descanso festivo del sábado judío. En cuanto se termina dicha observancia obligatoria ya se puede trabajar y, por lo tanto, se pueden abrir los sacos de cereal y sacarles algo para disminuir el peso y pagar menos, robando la diferencia a los pobres que venden. Dios que está a favor de los pobres no lo olvidará.

   La segunda lectura se toma de 1Timoteo 2, 1-8. Nos dice que es bueno y agradable a los ojos de Dios que recemos por todos y nos recuerda que uno solo es mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús. Por lo tanto, no podemos decir que la Virgen es mediadora. Pero sí medianera, es decir, ella puede llevarnos a Jesús, conducirnos a él, como cuando rezamos unos por otros. Acudamos pues, a la intercesión de María.

   Conforme al evangelio de hoy, aquellos que son injustos y abusan de los pobres y de los subordinados no sirven a Dios, sino al dinero. Debemos ser fieles a Dios en lo poco, sin escatimarle nada. Así nos daremos también a él en lo mucho. No debemos permitir que los hijos de este mundo sean más astutos que los hijos de luz. Son los pensamientos que nos brinda Jesús en este domingo, al proponernos el ejemplo del administrados infiel.

   Si no deseas que se cumpla en tu vida lo que afirma Jesús, que los hijos de este mundo son más inteligentes que los hijos de la luz, estate alerta de las palabras del Papa al respecto. No estés tanto alrededor del cura, a reuniones repetidas una y otra vez que al final se quedan en poca cosa. Sal metafóricamente a la calle, capta a otros cristianos y trabaja para que las gentes formen piña alrededor de Jesús, siguiendo plenamente su mensaje, su vida.

   Dile al Señor, cuando hagas oración, que vas a poner en juego todas tus luces para no quedarte congelado, como una estatua de sal, que no hace nada y al final nada de nada.

   Compromiso:
   Pienso que lo mejor es tu propia reflexión. Es un tema muy candente, porque las iglesias se quedan vacías por la falta de actuación de los creyentes.

jueves, 12 de septiembre de 2019

XXIV Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo C. 15/09/2019. Lucas 15, 1-10

   La idea clave de las lecturas de hoy es el perdón que Dios nos concede a pesar de nuestros pecados. Estemos de enhorabuena con la inmensa bondad de Dios. Gracias Señor. Como frase para recordar propongo la de la primera lectura - Exodo 32, 14 - que dice: "El Señor se arrepintió de la amenaza que había pronunciado contra su pueblo".

   Exodo es el segundo libro de la Biblia. La lectura de hoy comprende Exodo 32, 7-11.13-14. En ella, el enfado de Dios es manifiestamente grande. Se han hecho un becerro de metal y lo adoran como Dios. El Señor Dios está muy enfadado y piensa en consumir a su pueblo. Pero, ante el ruego de Moisés, Dios se olvida de la amenaza y lo perdona. Así es Dios que nos ama profundamente.

   La segunda lectura es de 1Timoteo 1,12-17. En toda ella, Pablo hace mención a su mal comportamiento y a cómo ha sido perdonado por Dios. Nos dice que "la fe y el amor tienen su fundamento en Cristo Jesús". Por eso es muy importante nuestra relación con él, hablarle de verdad, confiar en su perdón, entregarse a él, dejarse caer en sus brazos... Todo ello con un sentido muy profundo.

   El evangelio es de Lucas, como ya anunciamos en la cabecera de este comentario. Por cuatro veces sale la palabra "alegría" y derivados. Llama la atención el "alegraos conmigo". Esta alegría es alegría compartida, como toda alegría que viene de Dios. Es la alegría que experimentas cuando hablas de Dios a uno que vive lejos de él. Cuando ves la atención con que te escucha y observas cómo Dios va removiendo su corazón. Intuyes la posibilidad de que la conversación pueda volver a repetirse en otro momento. Hay unas puertas abiertas a Dios que él pone en tus manos. No permitas que se cierren definitivamente. Esto es lo que expresa el evangelio de este domingo.

   Jesús pone dos ejemplos. En uno, el pastor sale en busca de una oveja perdida. Es ya avanzada la tarde y quizá llegue pronto la oscuridad. Es lo que hace Jesús con los pecadores, va a comer con ellos para poder hablarles, para encontrarlos. Y habrá más alegría en el cielo por un sólo pecador que se arrepienta que por noventa y nueve que no necesitan convertirse.

   El otro ejemplo que Jesús propone es el de la mujer que pierde una moneda, se supone que de muy importante valor, y revuelve toda la casa hasta encontrarla. La mujer, llena de alegría, lo comunica a sus amigas y vecinas. ¡Quiere que se alegren con ella! Es el contagio que irradian la felicidad y la alegría.

   Lo propio de Dios es perdonar. el purgatorio es impropio de él. Su infinito amor y su glorioso explendor bastan para purificarnos de todo roce que nos quede por el pecado ya perdonado. Así opina el Catecismo de la Iglesia Católica ya que pone el pensamiento de Santa Catalina de Génova, al respecto. En vez de rezar para que los difuntos se liberen de todo pecado, mejor dar gracias a Dios por haber tenido unos padres buenos, Por unos amigos... ,En una palabra, ¡Ser agradecidos a Dios!.
   Palabras clave: Purgatorio.
   Compromiso: Reflexiona. 

jueves, 5 de septiembre de 2019

XXX Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo C. 8-9-2019. Lucas 14,25-33

   Como afirmó el Papa Francisco en cierta ocasión, el seguimiento de Jesús es un compromiso serio y al mismo tiempo gozoso. Hay que ser radical echándose en los brazos de Dios, suceda lo que suceda. Y sabremos que al final, Dios está siempre cerca, muy cerca de nosotros.

   La frase recordatorio que se propone para hoy es "¿Qué hombre conocerá los designios de Dios?" (Sabiduría 9,13).

   La primera lectura es del libro de la Sabiduría (9,13-18). Queda resumida por completo en su comienzo, con la frase que mencionamos en el párrafo anterior. Es imposible conocer las intenciones de Dios sobre nosotros. Sólo sabemos que debemos fiarnos enteramente de Él. Y será lo mejor, sin lugar a duda. Echémonos en los brazos del Señor.

   La segunda lectura es de la carta de Pablo a Filemón (9b-10.12-17). Lo fundamental de esta lectura es que Pablo ha engendrado a una persona para Cristo. Persona a la que considera como a un hermano querido. A menudo insistimos en la necesidad de que hablemos a los demás de Dios y de Jesucristo. No todos acuden a escuchar la palabra de Dios en la iglesia. Muchos pasan gran parte de su vida sin oírla. Y ¿quién les hablará de Dios si callamos los creyentes? Vayamos atreviéndonos poco a poco, pero sin pausa, a hacerlo. Es una forma excelente de manifestar nuestra fe.

   Y ya en el evangelio, el pasaje de este domingo nos dice por tres veces quien no puede ser discípulo de Jesús. No puede serlo quien no se pospone a sí mismo. Quiere decir que debemos amar a los padres, a los hijos, a los hermanos y a nosotros mimos, como Dios quiere que hagamos, yendo en pos de Jesús. Lo fundamental es cargar cada uno con su cruz y estar siempre con Jesús. Para construir una torre o lo que sea, hacemos primero nuestras cuentas y calculamos nuestras posibilidades. Espiritualmente, nuestras cuentas las echamos bien cuando sabemos hasta donde llega nuestra cruz sin regatearle nada a Dios. Así estamos en línea de cumplir la voluntad de Dios.

   Renunciar a todos nuestros bienes es echarse en los brazos de Dios. Es decirle hágase tu voluntad, como hizo Jesús cuando murió en la cruz. Cuando de verdad nos echamos en los brazos de Dios, cuando dejamos que nos lleve en volandas, entonces estamos empezando de verdad una vida mística, una vida de profunda unión con Él, con el mismo Dios. Nuestros bienes deben aprovecharnos para vivir cerca de Dios, no para alejarnos de Él. Deben servirnos en la salud y en la enfermedad, pero nuestra confianza, nuestro amor, debe estar profundamente enraizado en Dios, con bienes y sin bienes.


   Compromiso:
   Analiza tu vida y comprométete en algo.

 
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