jueves, 19 de julio de 2018

XVI Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo B. 22/07/2018. Marcos 6, 30-34

   El mensaje de hoy es un mensaje universalista, aún cuando empieza hablando en contra del mal pastor que deja perecer las ovejas de su rebaño. Dios busca el bien de todos como se manifiesta en la segunda lectura. Busca que todos, judíos y paganos, podamos acercarnos a Dios Padre. Pero, preparar a la gente, a los discípulos para que extiendan el mensaje, no sólo le lleva tiempo sino que, además, lo interpretan mal, una y otra vez. Lo politizan, en vez de ver las cosas bajo el prisma de Dios, del Espíritu. Como texto para memorizar se propone: "Vino a anunciar la paz a los de lejos y a los de cerca" de la carta a los Efesios.

   La primera lectura (Jeremías 23, 1-6) comienza diciendo: "¡Ay de los pastores que dispersan y dejan perecer las ovejas de mi rebaño!". No pensemos que sólo el sacerdote es responsable espiritual de que la gente se acerque a Dios. ¡Todos somos responsables! Acerquémonos sinceramente a Dios y veremos clara nuestra obligación de hablar de Dios a los demás.

   Efesios 2, 13-18 nos proporciona la segunda lectura. Han dejado de existir las leyes religiosas Judías y Dios, por medio de Jesús, nos ha dado el mismo Espíritu que nos acerca a Dios Padre. Ahora, nuestra obligación es vivir cerca de Dios de forma que experimentemos dicho Espíritu. Vivamos cerca de Dios cada día e iremos descubriendo lo insondable que es Dios.

   El evangelio nos muestra las dificultades que tiene Jesús para dar una formación adecuada a los apóstoles. El enviarlos de dos en dos había sido para que se dieran cuenta que, incluso entre los que no son de las mismas ideas religiosas, hay gente buena y temerosa de Dios. Pero, por lo que se trasluce del evangelio, los discípulos prefirieron inculcar sus ideas religioso-políticas antes que obedecer a Jesús. Jesús no felicita a los apóstoles y quiere llevárselos a un lugar apartado para ver si, instruyéndolos de nuevo, pueden ir cambiando de mentalidad, de forma de pensar.

   Nosotros, a menudo, somos también necios a las enseñanzas de Jesús, a las enseñanzas del evangelio. La Iglesia, si quiere que las iglesias no se queden vacías, debe conocer mejor el evangelio e impregnarse de él, para llevarlo a las gentes. En Europa, por desgracia, ya se han vendido muchas iglesias porque se habían quedado vacías. No nos engañemos. Es necesario recuperar el evangelio que es lo que tratar de hacer el Papa Francisco. Por eso tiene tanta oposición. El quisiera lograr que la Iglesia fuese más fiel al evangelio y hacerlo con rapidez. Pero no le dejan. Hay peligros de ruptura en la Iglesia y, en lo posible quiere evitarlo. Propongamos en nuestra parroquias un estudio serio del Nuevo Testamento. Si es un estudio serio se habrá echo una gran labor. Aprendamos los católicos seglares a influir con fuerza en nuestras instituciones y parroquias. Sin prodigar divisiones entre los creyentes. Créense en las parroquias los equipos de pastoral, como está ordenado. Seamos Iglesia de salida, como desea el Papa Francisco.

   Compromiso:
   Propóntelo tú, según como te sientas en la Iglesia.

 
Licencia de Creative Commons
Teología Ovetense by longoria is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-SinObraDerivada 3.0 Unported License.