martes, 29 de enero de 2019

Domingo IV del Tiempo Ordinario. Ciclo C. 03/02/2019. Lucas 4, 21-30

   Las lecturas de este domingo nos ofrecen tres reflexiones de gran calado. Cada una de ellas puede hacer de nosotros unos verdaderos santos. No dejemos de meditar sobre ellas.

   Recogemos una frase de Jeremías para proponerla de reflexión durante la semana. Es la siguiente: "Lucharán contra ti, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte". Conservemos en nuestro corazón todo cuanto nos vaya diciendo.

   La primera lectura es del libro bíblico de Jeremías (1, 4-5. 17-19). Se nos dice que no debemos tener miedo para llevar el mensaje de Dios a la gente. Con él, con Dios, seremos como columna de hierro o muralla de bronce.

   La primera carta a los Corintios (12, 31-13, 13) es nuestra segunda lectura de la misa de hoy. Es todo un compendio de la que debe significar el mandamiento del amor para un cristiano. Todo cuanto hagamos por Dios y por el hermano debe nacer del amor. De lo contrario, aunque entregase mi cuerpo a las llamas, si no tuviese amor, sería como una campana que suena o como la campanilla del ganado que tintilea en el monte.

   Jesús está en los comienzos de su predicación y hoy ha caído por su pueblo. La gente comenta: ¿No es este el hijo de José? Y pronto se da cuenta Jesús de que no ha caído bien en su tierra. ¿Por qué Jesús no hace aquí, en su pueblo, lo que hizo en otros lugares?, dice la gente. Quieren no ser menos que los demás o sobresalir por encima de otros. Parece que quieren negociar con Dios buscando el propio interés. Algunos obran así a menudo. Recuerdo la mujer que estaba enfadada con Dios porque había muerto su hija. O la otra que ya no creía, por el fallecimiento de su esposo. A menudo queremos negociar con Dios como si fuese un mero mercader que puede moverse por intereses. No sabemos o no queremos echarnos en sus brazos y fiarnos totalmente de él. Es muy necesario aprender a echarse en los brazos de Dios, confiadamente. Así, nos sentiremos fácilmente en la presencia de Dios y nuestra vida espiritual irá por muy buen camino.

   Recuerda las tres principales ideas de las lecturas de este domingo:
   1) No tengas miedo de llevar el mensaje de Dios a la gente, a los tuyos.
   2) Ama al hermano y a Dios.
   3) Echate confiadamente en los brazos de Dios, y sin enfadarte si las cosas no salen como tu quisieras.

   Compromiso:
   Medita sobre el comentario y propóntelo tú.

 
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