lunes, 25 de abril de 2011

Domingo II de Pascua. 01/05/2011. Ciclo A. Juan, 20,19-31.

   Como siempre, se recomienda leer el evangelio del domingo para comprender mejor este comentario.

   Se empieza afirmando que las puertas del lugar donde estaban los discípulos, estaban atrancadas, no cerradas simplemente. Según el texto original griego estaban no sólo con llave, sino también con una barra atravesada. Estaban así por miedo a los dirigentes judíos. Se encontraban allí no sólo los apóstoles sino también los demás discípulos. Esta aclaración es muy importante para cuando se hable del perdón de los pecados. En este pasaje no se habla de los apóstoles para nada, sólo de discípulos. Estos son todos los que dan su adhesión a Cristo. Se encuentran en medio de un ambiente hostil y por eso atracan las puertas.

   En el lugar donde se encuentran, el Señor se hace presente en medio de ellos, en medio de todos los discípulos, que se llenan de alegría. El Señor está en el centro porque él es la fuente de la vida para todos los discípulos, para todos los que le dan su adhesión. No dice el evangelio que el Señor entre por la puerta, sino que se hace presente directamente en el centro.

   Los discípulos están atrancados porque tienen mucho miedo. Pero, Jesús les da la paz, les hace sentir la paz profundamente y por eso los llena de alegría. Y esto, después de haberles enseñado las manos y el costado. Los discípulos, ahora, ya no tienen miedo y pueden lanzarse a ser testigos de Cristo. Dice Jesús: "Como el Padre me ha enviado, así os envío yo". Ellos van a un mundo que los odia como lo odió a él. Por algo están las puertas atrancadas, pero la paz interior de la que los llena el Señor, quita todos los miedos.

   Jesús sopla sobre todos los discípulos y les dice: "Recibid el Espíritu Santo. A quienes dejéis libres de los pecados, quedarán libres de ellos; a quienes los imputéis, les quedarán imputados". Así se traduce el original griego. En la forma de hablar de Juan en su evangelio, el pecado consiste en estar integrado en el orden injusto y esa integración trae como consecuencia muchas injusticias concretas.

   Cuando una persona se adhiere a Jesús y se propone vivir según su mensaje, la comunidad de discípulos lo admite en su grupo y declara que dicha persona ha roto definitivamente con el orden injusto y que sus pecados ya no pesan sobre ella. Cuando un individuo cambia de actitud y se pone a favor de lo justo, a favor del hombre, cesa el pecado. Está perdonado.

   Aparte del perdón de los pecados, el evangelio de hoy tiene un aspecto eucarístico importante. La hora en que se sitúa la escena, ya anochecido y el primer día de la semana, es el momento adoptado por las primeras comunidades cristianas para celebrar la eucaristía. En esta celebración, Jesús es siempre el centro, como en la aparición de hoy; no entra por la puerta sino que se hace presente.

  El evangelio de hoy también narra el relato de la aparición estando Tomás, tenemos que prescindir de él.

  Compromiso:
   No estar con la "puertas atrancadas", no tener vergüenza de ser cristiano, manifestarse como creyente en Jesús de Nazaret, sin complejos de inferioridad. No estar atemorizado por defender las cosas de Dios.

lunes, 18 de abril de 2011

Pascua de la Resurrección del Señor. 24/04/2011.Ciclo A. Juan, 20,1-9.

   Comienza hoy el evangelio mencionando este día como "el primer día de la semana". En efecto, Cristo resucitado inaugura una nueva vida que nosotros experimentamos por la fe y por su amor.

   Por la mañana temprano, es decir, al amanecer, María Magdalena va al sepulcro. Cuando ya debía dominar la luz, dice el evangelio que todavía había tinieblas. En el lenguaje de Juan, la tiniebla representa la ideología contraria a la vida que nos trae Jesús. La primera comunidad de judíos cristianos aún no tiene las cosas claras, vive en tinieblas, y se siente perdida sin Jesús. María Magdalena dice que "no sabemos donde lo han puesto", es decir, habla en nombre de otros, en nombre de la comunidad. Jesús era su fuerza y ahora no está, lo mataron. La comunidad aún no captó a Jesús en el espíritu y el misterio. No se da cuenta que ha resucitado.

   Pedro y Juan encuentran, en el sepulcro, los lienzos puestos, es decir, las sábanas puestas como en el lecho nupcial, expresando vida. El texo de la misa traduce mal y pone "vendas". El sudario, que había estado sólo sobre la cabeza, sin cubrir la cara, no está con las sábanas nupciales, sino aparte, envolviendo determinado lugar. También aquí se traduce mal y el misal pone "enrollado en un sitio aparte". Sin embargo no está enrollado sino envolviendo determinado lugar. Esta expresión extraña indica que tiene un sentido simbólico. En el evangelio de Juan "el lugar" designa siempre al templo de Jerusalén. El sudario, que indica muerte, envuelve al templo de Jerusalén. Sin embargo, el sudario no fue tapando la cara de Jesús, que indicaría su muerte total, como en el caso de Lázaro. El sudario sólo cubría, según Juan, la cabeza de Jesús. Su muerte era un sueño. El evangelio de Juan expresa, con su lenguaje propio, la resurrección de Jesús. La muerte no ha interrumpido la vida, simbolizada por el lecho nupcial preparado.

   El evangelista Juan no nos indica como reaccionó Pedro. Sólo dice que Juan, el discípulo amado, vió y creyó.

   Como hemos visto, en este evangelio, se hace continuamente referencia al problema de fe en la primera comunidad cristiana. Volvamos a recordar que cuando a Jesús se le llama "Señor" es de que se hace referencia a dicha primera comunidad.

   Compromiso:
   Como dice Pablo: ya que hemos resucitado con Cristo busquemos los bienes de allá arriba, donde está Cristo. 

lunes, 11 de abril de 2011

Domingo de Ramos. 17/04/2011. Ciclo A. Juan, 12,1-11

   Continuamos con el evangelio de Juan preparándonos para la Pascua, después de la Semana Santa. Hasta ahora, cuando en el evangelio de Juan se hablaba de la Pascua se decía que era la de los judíos, pero, de ahora en adelante, ya no se hace esa aclaración porque se supone que es ya la pascua de Jesús. El va a una Betania imaginaria, pues esta no se ubica en el lugar de dicha aldea. Ahora, Jesús va en otra dirección, va hacia Jerusalén. La nueva Betania es donde se encuentra la primera comunidad de cristianos.

   A Jesús le ofrecen una cena, pero no dice quienes. Lógicamente, será la comunidad cristiana y, en este caso, será la cena eucarística.

   Quitada la piedra que separaba a los muertos de los vivos, y una vez desatado Lázaro, éste puede estar presente en la cena.

   En el transcurso, María, la hermana de Lázaro, unge los pies a Jesús. Se relata el suceso como un eco del libro bíblico "El cantar de los cantares". María juega el papel de esposa respecto a Jesús. Así en 1,12, dicho libro afirma: "mientras el rey (=esposo) estaba sentado, mi nardo despedía su perfume". Y en 7,6: "Con tus trenzas cautivas a un rey". Esto es lo que hace María. Unge los pies a Jesús, usando nardo auténtico. El perfume que derrama María es símbolo del amor de la comunidad por Jesús. María también le seca los pies con sus cabellos, cautivando al esposo. De esta forma se insinúa el amor con que Jesús corresponde a los suyos en la comida eucarística. A continuación, se afirma que la casa se llenó de la fragancia de su perfume. Continuando con el Cantar de los Cantares, se afirma en 1,3 del mismo esposo que él es la fragancia. Así, pues, la casa entera, la comunidad, se llena de la fragancia de Jesús.

   Judas protesta del gasto hecho. En efecto, trescientos denarios era la ganancia de un obrero durante casi un año. Pero, se da aquí un contraste con Judas. Si este vende a Jesús por treinta monedas, la comunidad lo honrará diez veces mas (30x10=300). Es como se ve, una cifra simbólica.

   Jesús afirma que a los pobres los tendremos siempre con nosotros. Es decir la comunidad deberá cuidar de ellos y así sortearán las dificultades.

   La nueva comunidad no comienza cuando una organización, sino un estilo de vida humano, vivificado por el amor.

   Desean matar a Lázaro porque, debido a él, muchos se hacen cristianos. Es lo mismo que desear eliminar a la comunidad de cristianos.

   Compromiso:
   Las experiencias que has tenido de Jesús en tu vida, no las desperdicies; recuérdalas y reconquístalas volviendo de nuevo a él.

martes, 5 de abril de 2011

Domingo V de Cuaresma. 10/04/2011. Ciclo A. Juan, 11,3-45.

   En este domingo leemos el evangelio de la resurrección de Lázaro. En él, aparecen varios datos por los que podemos saber que el hecho sucede no tanto en vida de Jesús como en la vida de la primera comunidad cristiana. El milagro de la resurrección de Lázaro se ha convertido en un signo de lo que es la vida y la muerte para el cristiano.

   Hoy, se le llama varias veces Señor a Jesús. Sabemos que ello es señal de que la escena evangélica hace referencia a la vida de los primeros cristianos, después, por tanto, de la Ascensión del Señor a los cielos. Además, aparte del parentesco de hermanos entre Marta, María y Lázaro, se les denomina también hermanos con relación a otros discípulos de Jesús. En efecto, después de la resurrección, Jesús llamará hermanos a sus discípulos y, generalmente, los miembros de la primera comunidad cristiana usarán este apelativo entre sí.

   Pero, los primeros cristianos, no sólo se llamarán entre sí hermanos, sino que frecuentemente se denominan amigos, como aparece también varias veces en el evangelio de hoy. Tanto "amigo" como "hermano" era un modo de llamarse los cristianos entre sí, al menos en las comunidades cristianas del evangelio de Juan.

   Tenemos algún dato más en el que podríamos basarnos para situar este evangelio como relacionado con problemas de las primeras comunidades cristianas. Pero con lo dicho hasta aquí es suficiente.

   En este evangelio tiene suma importancia la confesión de fe que hace Marta. Jesús dice: "Yo soy la resurrección y la vida; el que me da su adhesión, aunque hubiera muerto, vivirá, pues todo el que vive y me da su adhesión, no morirá nunca. ¿Crees esto?" Y Marta contesta: "Sí, Señor, yo creo firmemente que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo". La confesión de fe de Marta en el evangelio de Juan tiene la misma importancia que la de Pedro en el evangelio de Mateo. Son la confesión de fe de las dos comunidades de cristianos a las que representan. Cada uno es portavoz de la suya. Hoy, no estamos acostumbrados a comprender esto, porque vivimos en una sociedad machista (o en una iglesia con la misma mentalidad), pero la mujer ejerció en la iglesia ministerios que hoy no se le conceden. Hoy día, hay muy buenas exégetas que están abriendo camino en esta línea, aparte de que es una necesidad de la iglesia.

   En el evangelio de hoy, es muy importante la enseñanza de que para el cristiano no termina todo con la muerte. Esta es otra gran lección de este evangelio.

   Trabajo:
   Recontar las veces que a Jesús se le llama "Señor" y las veces en que aparece la palabra "amigo". Y recordemos su significado en el evangelio de hoy.

 
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