miércoles, 22 de junio de 2022

XIII del Tiempo Ordinario. 26/06/2022. Lucas 9, 51-62

De una forma o de otra, en las lecturas de la misa de hoy se trata del servicio de Dios. Es, realmente, a lo que se refiere toda la vida de un cristiano, teniendo en cuenta que en el servicio a Dios se incluye plenamente el servicio al hermano, al prójimo. Bajo este aspecto contemplamos las lecturas de este domingo. 1Reyes 19, 16b. 19-21, es la primera lectura. A menudo Dios habla desde un monte, al menos en la Biblia. Eliseo acepta el llamamiento de Dios a través del profeta Elías y solamente ruega poder ir a despedir a los suyos, a sus padres. Le es concedido. Eliseo realiza dos actos muy importantes. Empezó por ofrecer en sacrifio la yunta de bueyes y la dió al pueblo para que lo ofreciera como sacrificio a Dios. El yugo sirvió de leña para asar la carne y comer el pueblo. Sirvió para ofrecer a Dios en alabanza y alimentar al pueblo. Atiende a la lectura del salmo 15 y a su estribillo: "Tú eres Señor, el lote de mi heredad". ¿Te dice algo que te sirva para meditar o para decirle algo a Dios? La segunda lectura es de Galatas 5, 1.13-18. Como posible resumen, encuentro algunas frases que podemos retener. Así, "sed esclavos unos de otros por amor". Pero por verdadero amor o por verdadera caridad, no porque seamos tontos. La lectura del evangelio se toma de Lucas, 9, 51-62. Debemos empezar haciendo una aclaración. Jesús no quiere que sus discípulos pidan que baje fuego del cielo que acabe con los samaritanos. Jesús desea que todos nos sintamos como hermanos. Magnífica lección. Pues quizás no les faltaba razón. Ante los nuevos casos que se presentan en este evangelio, Jesús pone, ante todo, la supremacía del evangelio. Pero, cuidado con los equívocos, que en este evangelio pueden provocarnos y engañarnos. Así, la contestación a "Déjame primero ir a enterrar a mi padre" consistente en "Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios", no cabe duda que conociendo a Jesús, tiene un significado que va en otra línea. Es el significado del amor. ¡Cómo no vamos a tener amor a nuestros padres! ¡Y cómo no vamos a amar las cosas de Dios! En este caso, no están reñidas las dos. Las hacemos, según el orden en que procede hacerlas. Las hacemos sumidos en amor a Dios y vivimos entregados a El.

lunes, 13 de junio de 2022

Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo. 19/06/2022

La primera lectura se toma del libro del Génesis 14, 18-20. Como la segunda lectura y el evangelio, las tres son de contenido eucarístico como lo pide la fiesta de hoy. Génesis 14, 18-20 nos presenta a Melquisedee como rey y sacerdote de Dios. Dos cosas difícilmente compatibles si han de ser las cosas como Dios quiere. Ojalá realizáramos en nuestra vida esta posibilidad de conjunción de las dos posibilidades: cumplir plenamente como humanos y plenamente como seres dedicados al servicio divino. La segunda lectura es de la Primera Carta a los Corintios 11, 23-26. Jesús nos pide que hagamos lo mismo que él hizo y que lo hagamos en recuerdo suyo. Nos habla en palabras de su cuerpo que se entrega; nos habla de una nueva alianza sellada con su sangre. Y cada vez que lo hagamos proclamamos la muerte del Señor hasta que vuelva. Maravilloso. La secuencia propuesta por Santo Tomás de Aquino es maravillosa. Recitémosla despacio en algún momento. Y rápidamente, hemos llegado al evangelio de la misa de hoy: Lucas 9, 11b-17. Se trata de la multiplicación de los panes y de los peces. El número cinco, generalmente, es un número simbólico en el lenguaje bíblico. Así, leemos cinco panes, cinco mil hombres, grupos de cincuenta cada uno. Aquí, el número cinco se encuentra por todos los sitios. Entonces si se trata de un número simbólico. ¿cómo ha de interpretarse? Pues que eran un número grande de oyentes los oyentes de Jesús. Que eran muchos, se expresa diciendo que eran unos cinco mil. Nosotros podríamos manifestarlo diciendo que eran una millonada o de cualquier otra forma. Fueran los que fueran, eran muchos los que seguían a Jesús. Dice el evangelio que comieron todos y se saciaron. Y, todavía sobraron doce cestos. Y todos quedaron saciados. El banquete fue completo como todo lo que Dios prepara para nosotros. Y ahora nos quedan unas posibles reflexiones sobre la eucaristía. Terminamos de oir misa en la parroquia y nos anuncian que llega un cadáver y es el funeral. No se trata de un feligrés, es de una parroquia de otro lugar. Pero, sí se trata de un conocido, de una buena amistad. Y mi esposa y yo nos quedamos al funeral. Como ya hemos comulgado, ella piensa que ya no se puede comulgar. Alguna otra vez si hemos comulgado, pero a ella no le parece lo apropiado. La convencí diciéndole que la misa es siempre un banquete y en los banquetes se come. Así que a recibir a Jesús cuando llegue el momento...

lunes, 6 de junio de 2022

Solemnidad de la Santísima Trinidad. 12/06/2022. Juan 16, 12-15

Hoy podemos decir que celebramos la fiesta de Dios, porque hoy es la fiesta de la Santísima Trinidad. Y, a ella, a la Santísima Trinidad hace mención continuamente la primera lectura. Se toma del libro de los Proverbios 8, 22-31. Dios es un misterio tan incomprensible que supera todo intento de definirlo. Este libro bíblico intenta hacerlo con palabras humanas, porque es la única manera que nosotros tenemos para acercarnos a los misterios de Dios. A El no podemos definirlo. Dios ha creado su propia sabiduría. Nadie la ha creado, es eterna. La sabiduría estaba en Dios, era el mismo Dios. La sabiduría era el arquitecto de Dios, era el mismo Dios. El salmo es el 8, 4-9; Señor, Dios nuestro, ¡qué adminrable es tu nombre en toda la tierra! Repítelo varias veces durante el día para mantener la presencia de Dios. La segunda lectura se toma de la carta de San Pablo a los Romanos 5, 1-5. Algo encuentran en sí los cristianos que los lleva a decir que están santificados en virtud de la fe en Jesucristo. ¡Qué rica experiencia es esa que Dios nos da! ¡Y cómo se nota que crece en nosotros el amor de Dios! Como se ve, esta segunda lectura de Pablo nos transmite una experiencia que llevamos los cristianos dentro de nuestro espíritu. ¡Ojalá los cristianos sepamos vivir de ella y la cultivemos! La lectura evangélica de este domingo se toma de Juan 16, 12-15. Nuestra experiencia de las cosas de Dios, mientras estemos en este mundo, es muy limitada y por eso nos dice Jesús que no podemos cargar con todas ellas por ahora. Pero, el Espíritu de la verdad nos llevará hasta la verdad plena. Demos tiempo al tiempo y mantengamos plena confianza en Jesús, nuestro hermano mayor y salvador. La experiencia de hoy, nuestra experiencia de Dios, nuestra experiencia cristiana, es lo que nos quiere transmitir el evangelio de hoy del apóstol Juan. Unas vivencias que los cristianos llevamos dentro de nosotros y que jamás debemos permitir que se pierdan. Son vivencias de Dios, que experimentamos y que debemos seguir cultivando, viviendo en espíritu de oración, de amor a Dios y de ayuda a los demás. Las experiencias de Dios que nos aguardan y que ya sentimos por cercanía, nos dan mucha esperanza. Demos gracias a Dios y vivamos siempre alegres. En la alegría, demostremos el amor que le tenemos.

 
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