jueves, 1 de marzo de 2018

III Domingo de Cuaresma. Ciclo B. 4-3-2018. Juan 2,13-25

   Como siempre, la idea principal de la misa del domingo se encuentra en la primera y tercera lecturas. Hoy se nos presenta cual debe ser nuestro comportamiento al celebrar el día del Señor, sus fiestas. Él debe ser el que dé sentido a nuestra vida. Por esta razón escogeremos como frase a recordar durante toda la semana: "Yo soy el Señor, tu Dios" (Éxodo 20,1). Metamos esta oración en nuestro corazón.

   La primera lectura (Éxodo 20,1-17) nos indica cual debe ser nuestro comportamiento en el día del sábado, la fiesta semanal referida a Dios, que fue sustituída por nuestro domingo. Debemos dedicar al menos un día semanal a vivir más intensamente junto a Dios, eso nos dice la lectura; y sin olvidar los mandamientos para con nuestros hermanos. Por esta razón se nos recuerdan todos los mandamientos de la ley de Dios.

   La segunda lectura se centra en que Cristo es fuerza y sabiduría de Dios. Cuando hablemos con los demás, atrevámonos a hablar no sólo de Dios, sino además de Cristo crucificado. Él es la fuerza y sabiduría de Dios.

   La Pascua de la que se habla en el evangelio no es la Pascua querida por Dios, sino la de los judíos. Una fiesta manipulada por los dirigentes para ganar muchísimo dinero. En el evangelio de Juan se mencionan seis fiestas, y en cada una de ellas sucede un conflicto entre Jesús y los judíos. El de hoy es en gran parte simbólico. En efecto, al Mesías se le representaba con un azote en la mano para erradicar las malas prácticas. Zacarías, en la Biblia, dice que "ya no habrá más mercaderes en el templo" (14,21). También es un gesto simbólico la expulsión material de ovejas y bueyes. Los vendedores de palomas ofrecen por dinero la reconciliación con Dios. No hay una experiencia del amor que Dios nos tiene. Todo funcional con dinero, hasta el perdón de los pecados. Ha de desaparecer toda la institución del templo, que está totalmente materializada por el dinero. Materializada y corrompida. Por esta razón, el evangelio de hoy tiene un significado profundo.

   El papa actual insiste mucho en que la impartición de los sacramentos sea totalmente gratis, de la misma manera que Dios nos da su gracia por amor. Igualmente, para extender el evangelio jamás debemos utilizar el miedo o la fuerza. Ya se explicó que el azote o látigo del que se habla en este evangelio es totalmente metafórico. Era una representación que los judíos hacían del futuro Mesías. Por esta razón, los escritos o códices más antiguos escriben "como", es decir: "hizo como un látigo".

   ¿Y cuál es el significado simbólico del texto? No se puede convertir el Templo en una casa de negocios. El Templo es el signo de la presencia salvadora de Dios. Le debemos respeto.


   Compromiso: acuérdate de Dios con el pensamiento cuando pases cerca de una iglesia y dile que le quieres.


 
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