martes, 14 de octubre de 2014

XXIX Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo A. 19/10/2014. Mateo 22, 15-21

    En las lecturas de este domingo domina la idea de transmitir a los demás el mensaje de Dios siempre o, ya en cristiano, la idea de la evangelización. No en vano, es el día de la Jornada Mundial por la Evangelización de los Pueblos o DOMUND.

   La primera lectura, tomada del libro bíblico de Isaías (45, 1.4-6) nos refiere, por primera vez en la hestoria del Pueblo escogido, como Dios dirige un mensaje favorable a un rey extranjero y lo llama su ungido. De esta forma lo empareja de alguna manera con el rey David del Pueblo de Dios. Ciro ha sido investido por el mismo Dios, que lo unge, le da título e insignia. Israel es el centro para transmitir el mensaje divino. Es el centro, pero no el límite. También otros pueden hacerlo con la bendición de Dios. Hoy mismo, los cristianos debemos ser muy receptivos, pues el mensaje de Dios nos toca a nosotros transmitirlo pero también recibirlo de pueblos y gentes no cristianas. Es decir, de otros Ciros paganos. Aunque tengamos que dar un giro de 180º, démoslo si las nuevas ideas no son disconformes al evangelio. Tengamos apertura.

   En la 1 Tesalenicenses (1,1-5b), Pablo recuerda la actividad de la fe de esos creyentes. Su fe es activa, es decir, no se contentan con creer, transmiten su fe a los demás, evangelizan de palabra y de obra. Los Tesalonicenses tienen una fe tan activa que manifiesta el gran esfuerzo de su amor y el aguante de su esperanza en Jesucristo. En ellos, se manifiesta la fuerza del Espíritu Santo.

   En el evangelio de hoy, quieren comprometer a Jesús con una pregunta. Pero antes hacen una referencia a la confianza que tienen en él. Le dicen: "Sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad". Así es la forma de evangelizar que tiene Jesús. Los demás captan la sinceridad con que habla, ven que le sale del corazón y que es una fe pura, no una fe ideologizada. No tiene mandatos de hombres por muy jerarquías que sean. Jesús predica lo básico para la relación con Dios y para la relación con las personas. Y punto. Por eso le dicen que enseña el camino de Dios conforme a la verdad y que no le importa lo que puedan decir los demás. A nosotros, a menudo, sí nos importa lo que pueden decir los demás. Y nos acobardamos. Así, nunca evangelizaremos ni celebraremos el Domingo Mundial de la Evangelización de los Pueblos (DOMUND) como es debido. No basta con dar un dinero, hay que evangelizar. A lo mejor, es necesario ir a la escuela para ver cómo se puede evangelizar. Pues, ¡créense cursos, para ello, en las parroquias, y manifestemos su efectividad.
(Propágalo por los medios modernos. Gracias.)

Compromiso:
   Piensa a fondo en lo que has leído aquí.
  

 
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