miércoles, 22 de enero de 2020

III Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo A. 29/01/2020. Mateo 4, 12-23

   Hoy, por primera vez, se celebra el Domingo de la Palabra de Dios, por iniciativa del Papa Francisco, para que la comunidad cristiana se centre en el gran valor que la Palabra de Dios debe ocupar en su existencia diaria. Por esta razón, propongo, para los que seguís este comentario, leer en estos días, la carta a los cristianos de Corinto. Leerla y releerla, o mejor, meditar sobre ella y recordad algo.

   Como frase a recordar, se propone una del evangelio: "Venid conmigo y os haré pescadores de hombres".

   La primera lectura es del libro bíblico Isaías, 8, 23b-9,3. El significado principal se centra en que el pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz... una luz les brilló. Si estás alejado de Dios, si no practicas la fe, cuando recobras la fe porque aceptas a Dios en tu corazón, experimentarás que de nuevo entra la luz en él. Nunca dejes la fe. Vívela. Avanza en ella. Ama a Dios. En momentos de oscuridad, sigue siendo fiel a  Dios, échate con confianza en sus brazos. Espera sin prisas. Dí... hágase tu voluntad... confía con amor. ¡Volverás a ver la luz! ¡Dale las gracias!

   La segunda lectura se toma de 1 Corintios 1, 10-13.17. Comienza la carta de hoy pidiendo que no haya divisiones entre los cristianos. Esta petición vale para la cristiandad hoy día. Estamos divididos entre conservadores y no conservadores. Pero, todos amamos a Jesús. Esto es lo principal. Sepamos ver que la comprensión del mundo avanza y que la teología tiene que hacer frente a nuevas problemáticas.

   Mateo, 4, 12-23 comprende la lectura evangélica de hoy. Debido a la persecución contra Juan el Bautista, Jesús se retira a la región de Galilea y se aplica la frase de la primera lectura: el pueblo vio una gran luz (Jesús); a los que habitaban en tierra de sombras y de muerte, les brilló una luz. Es Jesús que empieza a predicar. Jesús dice: "Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos". Dice también el evangelio que Jesús recorría toda Galilea, enseñando en la sinagoga y proclamando el evangelio del reino. El concepto central de la predicación de Jesús es él, el reino de Dios o reino de los cielos. El no habla del reino de la Iglesia. Por ello, la Iglesia no coincide con el reino de Dios. ¿Y cuándo llegará? ¿Cuándo se consumará el reino de Dios? No estamos en condiciones de saberlo. Pero, la causa de Jesús es la causa de Dios, por esta razón nunca puede ser una causa perdida.

   Hoy, vemos en el evangelio los cuatro primeros discípulos de Jesús, dos parejas de hermanos, Simón-Pedro y Andrés, junto con Santiago y Juan. Para los cristianos, el cristianismo no debe ser una doctrina general o un contenido dogmático abstracto, como sucede a menudo. El cristianismo es siempre una figura histórica que sigue viva: Jesús de Nazaret. Por esta razón, debemos volver al comienzo de este comentario y acostumbrarnos a leer el Nuevo Testamento para hacer realidad la enseñanza del día de la Palabra de Dios. Comencemos, pues, con el Nuevo Testamento.

   Compromiso:
   Dedúcelo tú.

 
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