martes, 31 de mayo de 2016
X Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo C. 5/6/2015. Lucas 7,11-17
viernes, 27 de mayo de 2016
Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo. 29-5-2016.Ciclo C. 29-5-2016
En este domingo, el hilo conductor de las lecturas es el alimento en concreto, el pan. No en vano celebramos el alimento espiritual por excelencia, la eucaristía.
Todo lo que sabemos de Melquisedec se encuentra en el libro bíblico del Génesis (14-18-20), lo que constituye la primera lectura este domingo. Melquisedec es un rey sacerdote de Salem, nombre antiguo de Jerusalén y que significa posesión de la paz, por lo tanto es la ciudad de la paz. Abraham viene de una batalla y el rey Melquisedec le lleva “pan y vino es decir, todo el alimento que necesita para reparar todas las fuerzas perdidas, no sólo él sino todo el ejército. Por haber obtenido Abraham la paz, la libertad y la prosperidad para Melquisedec, este le expresa su gratitud y lo bendice en nombre del dios altísimo, creador del cielo y de la tierra. Melquisedec significa (rey de justicia),, es decir, se caracterizó por la . Aquella sin ésta puede ser una justicia brutal, justicia, y, por lo mismo, es figura de Jesús, Sumo Sacerdote. Recordemos que la verdadera justicia incluye la misericordia. Aquella sin ésta puede ser una justicia brutal, poco humana.
En la segunda lectura (I cor,11,23-26) se nos transmite la institución de la Eucaristía según relato de Pablo. Tanto en las palabras sobre el pan como sobre el vino, Jesús termina pidiendo que lo hagan siempre en memoria suya. En la Bíblia, el memorial, es decir, el hacer algo (en memoria), no significa un simple recuerdo. A éste, le añade una realidad.
En el memorial se hace realmente presente aquello que se recuerda. Es una realidad. Por lo tanto, en las palabras de la cena, se hace realmente presente el sacrificio de la cruz. No se repite el sacrificio. Es el mismo sacrificio de la cruz presente por encima del tiempo. Todo esto ha sido muy estudiado en los tiempos modernos por católicos y protestantes. Es de aceptación común. En esta lectura de la primera carta a los corintios, se menciona la palabra (memoria) dos veces, lo que la dota totalmente de un sentido real. En la eucaristía se proclama realmente la muerte del Señor hasta que vuelva, porque se trata de un memorial., no de un simple recuerdo.
En la lectura evangelista de hoy se maneja mucho simbolismo. Están presentes varias cantidades simbólicas: cinco cincuenta, cinco mil, dos, doce. En ellas no hay un significado numérico. Sólo son símbolo. En la multiplicación de los panes de hoy, aparece una multitud – cinco mil hombres- que se convierten en pequeñas comunidades – cincuenta – llenas del Espíritu Santo. Este es el significado del número cincuenta.
Los cristianos debemos formar siempre pequeñas comunidades animadas por el Espíritu Santo, alrededor de Cristo eucaristía. Mientras la vida del Espíritu no sea una realidad en nuestras comunidades y el pan de vida no alimente nuestro espíritu, seguirán muchos cristianos abandonando la Iglesia y quedaremos reducidos a nada. La vida del Espíritu es vida de oración, y es romperse la cabeza para dar con la forma eficaz de atraer a las gentes al mensaje de Cristo.
Palabras clave: Espíritu
Compromiso: promover una comunidad que viva del Espíritu y actúe para llevarlo a los demás.
Un saludo.
C/Pérez de Ayala, Nº12 Bajo
Oviedo (Asturias)
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jueves, 19 de mayo de 2016
Fiesta de la Santísima Trinidad. Ciclo C. 22-5-2016. Juan 16,12-15
El libro de los Proverbios (8, 22-31) nos presenta a Dios bajo la personificación de la Sabiduría. Dios lo ha hecho todo y Él es la explicación de todo lo bueno que hay en el mundo. Dios es Sabiduría, y la Sabiduría es personificación de Dios. Y culmina la primera lectura de hoy afirmando que Dios se goza con los hijos de los hombres. Se goza porque los ama.
Una vez más, Pablo en la carta a los Romanos (5,1-5) nos recuerda que hemos sido justificados por la fe, no por nuestras propias obras. Y por esa justificación, estamos en paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Hasta en las tribulaciones y paddcimientos nos gloriamos en Cristo Jesús, en el que mantenemos siepre la esperanza. Y se nos recuerda una verdad que debemos explicitar necesariamente en nuestras vidas si queremos dar testimonio de nuestra fé. Se nos dice que el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado. Ese amor de Dios en nosotros debemos aprender a saber comunicarlo a los demás.
El evangelio de hoy es corto, pero de mucha trascendencia. Nadie sabe lo que es capaz de sufrir hasta que no llega el momento. Eso mismo es lo que afirma Jesús de todos sus discípulos: "Mucho me queda por deciros, pero no podéis cargar con ello por el momento". No serían capaces de entenderlo. Todavía no saben cómo va a morir Jesús, ni cómo será el futuro que les espera. El Espíritu es el que tiene que ir guiándonos hasta la verdad plena. Cada uno y la comunidad irá percibiendo la voz del Espíritu, la voz de Jesús.
Es necesario afirmar que, en los últimos tiempos, no hemos sabido captar la voz del Espíritu. Basta una sencilla observación cuando asistimos a los actos del culto. Allí no vemos más que cabezas de ancianos o de gente mayor. Sobre todo si observamos desde la tribuna de una iglesia. Y nos preguntamos: ¿qué será de Dios cuando acabe esta generación? ¿Quién se acordará de Él? Sabemos que las puertas del adversario no podrán contra la palabra de Dios. Dios triunfará siempre, a la corta o a la larga. Pero ahora vemos que no hemos sabido estar atentos a la voz del Espíritu. Y la gente se ha escapado. La gente no saborea la paz de Dios, porque no supimos darles el pan de vida. Nos hemos rodeado de una teología en la que todo eran verdades absolutas inamovibles. No supimos quedarnos con lo más esencial y verter o hacer evolucionar lo demás, adaptándonos al mandamiento del amor, a la misericordia, con todo lo que ella supone. Hemos olvidado el evangelio y el obrar de Jesús. Al Espíritu le hemos cerrado las puertas la jerarquía y muchos cristianos de a pie. La jerarquía quiso apoderarse del Espíritu olvidando que fue prometido a toda la iglesia, a todo el pueblo de Dios Y así nos luce el pelo. Menos mal que llegó el papa Francisco, aunque encuentra una feroz oposición dentro de la propia iglesia.
Compromiso: comprender los nuevos aires del papa.