lunes, 20 de mayo de 2013

Domingo de la Sma. Trinidad. Ciclo C. 26/05/2013. Juan, 16,12-15

   La primera lectura de este domingo tomada del libro bíblico de los Proverbios, cap. 8, vers. 22-31, es una exposición de  Salomón en la que describe alegóricamente la excelencia de la sabiduría. En lenguaje figurado, se manifiesta el surgimiento de la sabiduría, su antigüedad, su papel en la creación, su valor y su alegría entre los hombres.

   Esta lectura es uno de los pasajes que utilizan los testigos de Jehová en sus visitas por los domicilios. Para una correcta interpretación de este pasaje se debe tener en cuenta que es manifiestamente alegórico y parabólico. Además, los actuales estudios del hebreo muestran que la traducción al griego de la Septuaginta no es del todo exacta en esta lectura de la misa de hoy. Como quiera que sea, debemos partir siempre de lo que nos enseña el Nuevo Testamento sobre Jesucristo. No olvidemos que la primera lectura de hoy es verdaderamente una alegoría usada por Salomón, para hablar de la Sabiduría. Sabiduría que es eterna como el propio Dios, pues es Dios mismo.

   Entramos en la segunda lectura de la carta de Pablo a los Romanos 5,1-5. Es el medio del evangelio, y los cristianos debemos comprender este mensaje maravillosamente bien para decidirnos a comunicarlo a los demás. Es un precioso regalo que nos cambia la vida y para ser experimentado y disfrutado.

   Pablo, en este mensaje, nos presenta el gran beneficio de la justificación por la fe: disfrutar de la paz con Dios. Si pones tu fe en Cristo, tu relación con Dios está lograda para siempre. Tus pecados, tu culpa moral ante Dios, es quitada de una vez si tu eres justificado por la fe en Cristo. Dios te invita a vivir en su presencia, disfrutando de una íntima relación con él.

   Si escoges acercarte a Dios por la fe en su gracia, te harás más fiel a Dios y te motivarás cada vez más, para moverte por su amor y llenarte de la fuerza del Espíritu Santo.

   Ya en el evangelio, comienza Jesús diciendo a los discípulos que le quedan muchas cosas por decirles, pero que por ahora no podrían sobrellevarlas. Les ha hablado de la cruz, pero no lo entendieron. Esperaban un rey guerrero y no entienden que Jesús tenga que sufrir ni ellos ser encarcelados, apaleados o morir por la fe. Es un camino que puede ser estrecho y duro, pero tenemos la certeza de que el Espíritu de la verdad nos ayudará a caminar con confianza. El Espíritu de la verdad estará presente aún en las noches más oscuras e infernales. El nos guiará hasta la verdad plena.

   Cada palabra de Jesús y cada inspiración del Espíritu están enraizadas en la verdad del Padre. En efecto, Jesús habla de lo que oye al Padre, pues son una misma cosa. Es el misterio insondable de Dios. De igual forma, el Espíritu también habla de lo que oye al Padre Dios.

   Los discípulos en aquella época, son aún bebés en cuanto a la fe, comprenden muy poco. Pero, el Espíritu se les irá manifestando poco a poco, ayudándoles a sobrellevar las posibles y duras dificultades. Más que nuevas revelaciones se trata de ayudar en la fidelidad a Dios.

   El poder apreciar la plenitud de la palabra de Dios es un crecimiento de toda la vida y no lo conseguiremos hasta la otra vida. Es el misterio insondable de Dios, cuya solemnidad celebramos hoy.

   (Si desea completas con otros comentarios, entre en google así: Juan 16,12-15 teologiaovetense. Aparecen los comentarios del 30/05/2010 y 31/05/2009).

   Compromiso:
   Lee en tu Nuevo Testamento el pasaje de Romanos, 5,1-5 y el comentario que hacemos aquí. Vívelo y después comunícalo.

 
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