miércoles, 12 de mayo de 2021

VII Domingo de Pascua, Ascensión del Señor, 16-05-2021. Marcos, 16,15-20.

    Celebramos la solemnidad de la Ascensión del Señor. Hoy es un día en que de verdad, como los apóstoles, debemos quedarnos mirando al cielo, con admiración, con espíritu de oración, con gran amor a Dios en nuestro corazón. Mirar hacia arriba debe servirnos para hablar con Dios. Cada uno tiene su forma de hacer oración, pero lo importante es dirigir nuestra mirada hacia Él, muchas veces durante el día. Acordarnos de Él. Es el día de la Ascensión del Señor. 


   La primera lectura de la misa se toma del libro bíblico Hechos de los Apóstoles 1, 1-11. Tanto en esta primera lectura como en la tercera se nos presenta la subida de Jesús a los cielos. En esta primera, Jesús convive con los discípulos y les da numerosas pruebas de que está vivo. Se les aparece numerosas veces para explicarles lo conveniente. No sabemos cuantas veces fue, pero fueron las necesarias. Es verdad que se dice cuarenta días, pero es un número significativo que significa el tiempo necesario. Lo importante es que van a ser bautizados con el Espíritu Santo y recibiremos su fuerza para ser testigos suyos.


   Para celebrarlo digamos varias veces: Dios asciende entre aclamaciones; el Señor al son de trompetas.


   La segunda lectura (Efesios 1,17-23) nos hace pedir a Dios con Pablo un espíritu de sabiduría para conocer a Cristo y que de verdad ilumine nuestros corazones y comprendamos lo mucho que nos espera y sobre todo que El nos espera con los brazos muy abiertos.

 

   Y ya en la tercera lectura, Marcos 16,15-20, que debemos proclamar el evangelio a todo el mundo, nos indica. No lo olvidemos. Debemos aprender a hablar, con los demás, de las cosas de Dios. Esto siempre hace mucho bien, aunque parezca que no. Lo hace a los demás y nos lo hace a nosotros mismos. Si vamos siguiendo todas las llamadas de Dios que nos van llegando, de verdad que nos sentiremos cerca de Él.

 

  Las tres lecturas de esta misa de la Ascensión nos presentan las mismas aspiraciones hacia Dios. la misma palabra "Ascensión" nos lo dice, nos lo pide. Debemos ascender continuamente hacia Dios. No lo olvidemos. Pero, no debemos olvidarnos de los demás. Ellos necesitan que los ayudemos a subir. Es el saber hablar con los demás, de las cosas de Dios.

 

   Muchos días ya no te indicamos propósito para hacer. después de leer este comentario, seguro que ya sabes lo que puedes hacer. Pues adelante y cúmplelo. ascender

 
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