miércoles, 22 de junio de 2022

XIII del Tiempo Ordinario. 26/06/2022. Lucas 9, 51-62

De una forma o de otra, en las lecturas de la misa de hoy se trata del servicio de Dios. Es, realmente, a lo que se refiere toda la vida de un cristiano, teniendo en cuenta que en el servicio a Dios se incluye plenamente el servicio al hermano, al prójimo. Bajo este aspecto contemplamos las lecturas de este domingo. 1Reyes 19, 16b. 19-21, es la primera lectura. A menudo Dios habla desde un monte, al menos en la Biblia. Eliseo acepta el llamamiento de Dios a través del profeta Elías y solamente ruega poder ir a despedir a los suyos, a sus padres. Le es concedido. Eliseo realiza dos actos muy importantes. Empezó por ofrecer en sacrifio la yunta de bueyes y la dió al pueblo para que lo ofreciera como sacrificio a Dios. El yugo sirvió de leña para asar la carne y comer el pueblo. Sirvió para ofrecer a Dios en alabanza y alimentar al pueblo. Atiende a la lectura del salmo 15 y a su estribillo: "Tú eres Señor, el lote de mi heredad". ¿Te dice algo que te sirva para meditar o para decirle algo a Dios? La segunda lectura es de Galatas 5, 1.13-18. Como posible resumen, encuentro algunas frases que podemos retener. Así, "sed esclavos unos de otros por amor". Pero por verdadero amor o por verdadera caridad, no porque seamos tontos. La lectura del evangelio se toma de Lucas, 9, 51-62. Debemos empezar haciendo una aclaración. Jesús no quiere que sus discípulos pidan que baje fuego del cielo que acabe con los samaritanos. Jesús desea que todos nos sintamos como hermanos. Magnífica lección. Pues quizás no les faltaba razón. Ante los nuevos casos que se presentan en este evangelio, Jesús pone, ante todo, la supremacía del evangelio. Pero, cuidado con los equívocos, que en este evangelio pueden provocarnos y engañarnos. Así, la contestación a "Déjame primero ir a enterrar a mi padre" consistente en "Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios", no cabe duda que conociendo a Jesús, tiene un significado que va en otra línea. Es el significado del amor. ¡Cómo no vamos a tener amor a nuestros padres! ¡Y cómo no vamos a amar las cosas de Dios! En este caso, no están reñidas las dos. Las hacemos, según el orden en que procede hacerlas. Las hacemos sumidos en amor a Dios y vivimos entregados a El.

lunes, 13 de junio de 2022

Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo. 19/06/2022

La primera lectura se toma del libro del Génesis 14, 18-20. Como la segunda lectura y el evangelio, las tres son de contenido eucarístico como lo pide la fiesta de hoy. Génesis 14, 18-20 nos presenta a Melquisedee como rey y sacerdote de Dios. Dos cosas difícilmente compatibles si han de ser las cosas como Dios quiere. Ojalá realizáramos en nuestra vida esta posibilidad de conjunción de las dos posibilidades: cumplir plenamente como humanos y plenamente como seres dedicados al servicio divino. La segunda lectura es de la Primera Carta a los Corintios 11, 23-26. Jesús nos pide que hagamos lo mismo que él hizo y que lo hagamos en recuerdo suyo. Nos habla en palabras de su cuerpo que se entrega; nos habla de una nueva alianza sellada con su sangre. Y cada vez que lo hagamos proclamamos la muerte del Señor hasta que vuelva. Maravilloso. La secuencia propuesta por Santo Tomás de Aquino es maravillosa. Recitémosla despacio en algún momento. Y rápidamente, hemos llegado al evangelio de la misa de hoy: Lucas 9, 11b-17. Se trata de la multiplicación de los panes y de los peces. El número cinco, generalmente, es un número simbólico en el lenguaje bíblico. Así, leemos cinco panes, cinco mil hombres, grupos de cincuenta cada uno. Aquí, el número cinco se encuentra por todos los sitios. Entonces si se trata de un número simbólico. ¿cómo ha de interpretarse? Pues que eran un número grande de oyentes los oyentes de Jesús. Que eran muchos, se expresa diciendo que eran unos cinco mil. Nosotros podríamos manifestarlo diciendo que eran una millonada o de cualquier otra forma. Fueran los que fueran, eran muchos los que seguían a Jesús. Dice el evangelio que comieron todos y se saciaron. Y, todavía sobraron doce cestos. Y todos quedaron saciados. El banquete fue completo como todo lo que Dios prepara para nosotros. Y ahora nos quedan unas posibles reflexiones sobre la eucaristía. Terminamos de oir misa en la parroquia y nos anuncian que llega un cadáver y es el funeral. No se trata de un feligrés, es de una parroquia de otro lugar. Pero, sí se trata de un conocido, de una buena amistad. Y mi esposa y yo nos quedamos al funeral. Como ya hemos comulgado, ella piensa que ya no se puede comulgar. Alguna otra vez si hemos comulgado, pero a ella no le parece lo apropiado. La convencí diciéndole que la misa es siempre un banquete y en los banquetes se come. Así que a recibir a Jesús cuando llegue el momento...

lunes, 6 de junio de 2022

Solemnidad de la Santísima Trinidad. 12/06/2022. Juan 16, 12-15

Hoy podemos decir que celebramos la fiesta de Dios, porque hoy es la fiesta de la Santísima Trinidad. Y, a ella, a la Santísima Trinidad hace mención continuamente la primera lectura. Se toma del libro de los Proverbios 8, 22-31. Dios es un misterio tan incomprensible que supera todo intento de definirlo. Este libro bíblico intenta hacerlo con palabras humanas, porque es la única manera que nosotros tenemos para acercarnos a los misterios de Dios. A El no podemos definirlo. Dios ha creado su propia sabiduría. Nadie la ha creado, es eterna. La sabiduría estaba en Dios, era el mismo Dios. La sabiduría era el arquitecto de Dios, era el mismo Dios. El salmo es el 8, 4-9; Señor, Dios nuestro, ¡qué adminrable es tu nombre en toda la tierra! Repítelo varias veces durante el día para mantener la presencia de Dios. La segunda lectura se toma de la carta de San Pablo a los Romanos 5, 1-5. Algo encuentran en sí los cristianos que los lleva a decir que están santificados en virtud de la fe en Jesucristo. ¡Qué rica experiencia es esa que Dios nos da! ¡Y cómo se nota que crece en nosotros el amor de Dios! Como se ve, esta segunda lectura de Pablo nos transmite una experiencia que llevamos los cristianos dentro de nuestro espíritu. ¡Ojalá los cristianos sepamos vivir de ella y la cultivemos! La lectura evangélica de este domingo se toma de Juan 16, 12-15. Nuestra experiencia de las cosas de Dios, mientras estemos en este mundo, es muy limitada y por eso nos dice Jesús que no podemos cargar con todas ellas por ahora. Pero, el Espíritu de la verdad nos llevará hasta la verdad plena. Demos tiempo al tiempo y mantengamos plena confianza en Jesús, nuestro hermano mayor y salvador. La experiencia de hoy, nuestra experiencia de Dios, nuestra experiencia cristiana, es lo que nos quiere transmitir el evangelio de hoy del apóstol Juan. Unas vivencias que los cristianos llevamos dentro de nosotros y que jamás debemos permitir que se pierdan. Son vivencias de Dios, que experimentamos y que debemos seguir cultivando, viviendo en espíritu de oración, de amor a Dios y de ayuda a los demás. Las experiencias de Dios que nos aguardan y que ya sentimos por cercanía, nos dan mucha esperanza. Demos gracias a Dios y vivamos siempre alegres. En la alegría, demostremos el amor que le tenemos.

martes, 31 de mayo de 2022

Pentecostés. 05/06/2022. Juan 29, 19-23

Hoy es el día de Pentecostés. Ha terminado la Pascua. El Espíritu Santo nos llena el alma. Empezamos a saber amar a los demás con el mismo amor con que Dios nos ama, como él nos quiere de verdad. Nuestra vida ha cambiado de verdad. Tal día como hoy, los discípulos se reunieron. No sé de que estarían hablando. Al empezar rezarían seguramente. Pondrían su corazón muy cerca de Dios, junto a Dios. Y algo especial empezaron a sentir. Dios iba llenando sus almas, día tras día, como hace con nosotros. Y todos se fueron llenando de Dios. Eran las fiestas religiosas en Jerusalén y estaba lleno de gentes de las naciones extranjeras, sobre todo judíos que vivían afuera. Aquellos días se oía hablar muchas lenguas en Jerusalén y el ambiente era muy espiritual, muy de Dios. En los Apóstoles y demás discípulos se notaba que estaban viviendo algo especial, Dios estaba obrando en sus corazones. Todos estaban convertidos de verdad a Dios. Y, todos en ese ambiente buscaban a Dios. La mayoría, claro. Corintios 12, 3b-7. 12-13. En esta lectura aparece cinco veces la mención al Espíritu Santo y se nos dice que Dios es el que obra todo en todos. Todos debemos trabajar por la causa de Dios, aunque a veces los pecadillos se nos metan por las rendijitas. A todos se nos da el Espíritu, aunque sea para actuar de distintas maneras, según la necesidad en cada caso. Todos los cristianos bebemos de un sólo Espíritu y, por lo mismo, formamos un solo cuerpo. La tercera lectura es de Juan 20, 19-23. Jesús se aparece a los discípulos. Han cerrado las puertas porque tienen miedo a los judíos. Pero, Jesús los llena de paz, de tranquilidad. Les desea mucho la paz. Y sopla sobre ellos y les dice: "Recibid el Espíritu Santo; a quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; y a quienes se los retengáis les quedan retenidos". Aquí no se habla de la necesidad de confesarse, sino de pedir perdón a Dios. Los primeros cristianos sabían pedir perdón a Dios y unos a otros. Esta petición de perdón, Dios la recibe con los brazos abiertos y nos perdona. Naturalmente, hemos de ser sinceros con Dios y con el hermano. Y tener confianza en que de verdad quedamos perdonados. De esta forma, el amor, la paz de Dios, nos inundará plenamente. Y, la irradiaremos. La transmitiremos. Hoy, después de la segunda lectura está una especie de poesía. Es algo larga quizá. Pero, dice peticiones muy bonitas. Es una riqueza. No olvidemos llevar la presencia de Dios. Llevarla continuamente, para nosotros es imposible. Pero, acordarse de Dios varias veces durante el día, decirle que lo amamos, nos llegará a ser fácil.

miércoles, 25 de mayo de 2022

Domingo VII de Pascua. Lucas 24, 46-53

En la liturgia de este domingo aparece una frase que debe llenar la vida de un cristiano en muchos momentos de la vida. Es la de aquellos dos hombres que están vestidos de blanco y que preguntan, ¿que hacéis ahí plantados mirando al cielo? Aunque parezca mentira es una postura que debería ser frecuente en los creyentes. "Mirando al cielo". Pero, mirando al cielo como fuente de vivencias religiosas. Hablando con Dios. Es verdad que Dios está a nuestro lado pero, lo que estamos diciendo es una forma de acordarse de Dios. Tenemos varias formas de acordarnos de Dios durante el día, cada uno que escoja la que más resultado le dé. Jesús se estuvo apareciendo a los apóstoles durante cuarenta días instruyéndoles. Procuremos ser cristianos instruídos. Creyentes que sepan dar buenas explicaciones de las cosas de Dios. En un caso de urgencia, ¿sabemos bautizar a un niño que nace con peligro de muerte? Conozco personas, buenos padres, que han tenido que bautizar a su propio juicio. ¡Es una gran alegría que les queda para siempre en su interior! Ese bautismo es igual de válido que el realizado por un sacerdote. La segunda lectura es de carta de Pablo a los Efesios 1, 17-23. La riqueza que Jesús nos da, ya resucitado, y desde el cielo, está por encima de todo nombre conocido. No podemos conocer a Dios de verdad si no lo amamos. Cuanto más lo conozcamos más lo amaremos y cuanto más lo amemos, más lo conoceremos. En Dios, las dos cosas van unidas. Recemos mucho y preparémonos mucho. Hagamos obras buenas de ayuda a los demás e iremos creciendo en amor a Dios. Lucas 24, 46-53 contiene el evangelio de este domingo. La clave de nuestra vida espiritual está en que nos convirtamos para que se perdonen nuestros pecados. Convertirnos a Dios es fundamental. Hay que revestirse de Dios, es fundamental. Es revestirse de la fuerza que viene de lo alto. Resumiendo, piensa en que es necesario que vivamos cerca de Dios. Que seamos personas de vida de oración. La forma básica de hacer oración es acordarnos de él. Decirle que lo amamos, que lo queremos. Pedirle que nos ayude, que nos lleve por buen camino. Que perdone nuestras debilidades. Coge un papel en blanco y un lápiz o boli. Toma este evangelio y copia alguna frase que pueda serte útil. Has reducido este comentario a muy poco. Ahora procura llevarlo a la práctica. ¡Quizá es muy poco lo que tienes delante de tus ojos! Pero, a la hora de practicarlo puede serte útil. Este método puede servirte para un trozo de lectura de cualquier otro libro religioso. Y estás haciendo una lectura espiritual. Puedes simplemente, leerlo despacio, pensando en Dios, sin hacer resumen previo.

lunes, 16 de mayo de 2022

Domingo VI de Pascua. 22/05/2022. Juan 14-23-29

Estamos culminando el tiempo de Pascua. Jesús intenta preparar las cosas para que su Iglesia dure hasta el final de los tiempos. Hoy, se trata de un problema sobre las cosas que deben cumplirse. Y surge cuando Jesús ya no está con los hermanos que iniciaron la Iglesia. Nos lo relata el libro de los Hechos de los Apóstoles, 15, 1-2. 22-29. Es la primera lectura de la misa de hoy. Aparecen unos que predican que es necesario circuncidarse por el rito que estableció Moisés en la antigüedad, para salvarse. Por esta causa se levanta un gran altercado y una violenta discusión. ¡Qué pena que aquellos primeros cristianos dieran este triste espectáculo! ¡Cómo sería que en el texto habla de dos cosas: un altercado y una discusión! Vemos que, realizada una consulta, los apóstoles responden que sólo les prohíben lo relacionado con los ídolos y muy poco más. Creo que de esta lectura debemos sacar la lección de evitar los altercados y las discusiones violentas. Aquí no sabemos como terminó la cosa, pero alegrémonos de que haya terminado bien. La segunda lectura es del Apocalipsis 21, 10-14. 22-23. Se trata de una descripción de la ciudad de Jerusalén, medio metafórica y medio real. La terminación de la lectura es de mucho provecho espiritual. Dios y Jesús son nuestra iglesia, nuestro santuario. ¡Dios es nuestra Iglesia! ¡Jesús es nuestra Iglesia! Por eso, nuestra vida interior o espiritual tiene muchísima importancia. Hablar con Dios en nuestra intimidad, en silencio, con el pensamiento... ¡es una gozada! Retirémonos, de vez en cuando, alguna vez, pero todos los días, no lo abandonemos, no enfriemos espiritualmente. Y aunque tengamos algún momento de sequía, conservemos la esperanza. ¡Y sigamos! Si aprovechamos espiritualmente lo dicho, vamos sobrados para una temporada. Pero, algo sobre la tercera lectura. Empezad a leerla con veneración. Y llegaréis a "La paz os dejo, mi paz os doy". Lo dice Jesús. Y la paz de Jesús, la paz de Dios es distinta a las demás "paces". Y todo el relato termina: "Cuando suceda, creed".

lunes, 9 de mayo de 2022

V Domingo después de Pascua. 15/05/2022. Juan 13, 31-33a. 34-35

Pablo y Bernabé, en la primera lectura de este domingo, se nos presentan haciendo una gira por diversos lugares para dar a conocer el mensaje de Jesús. Y, se nos dice que además de predicar nombraban presbíteros para que organizaran a los nuevos cristianos. Pablo y Bernabé después de predicar en Perge, llegan a Atalia y se embarcan para Antioquía de donde habían salido. Contaron todo lo que Dios había hecho por medio de ellos, ya que los antioquenos les habían prometido rezar mucho por el buen resultado de la misión. Sigamos nosotros el ejemplo y recemos también unos por otros para que el amor a Jesucristo mejore en nuestra parroquia. ¡Qué Jesúcristo tenga en cuenta nuestras oraciones y nuestro trabajo apostólico para bien de las almas. Hoy nos toca rezar con el salmo 144, 8-13sb. Escojamos las frases que más nos gusten y sigamos la costumbre de repetirlas a menudo durante el día. A ver si vamos cogiendo el poder acordarnos de Dios con frecuencia. La segunda lectura es del Apocalipsis 21, 1, 5a. Por la gracia de Jesús todo se hace nuevo. Nuevo es el cielo, nueva es Jerusalén y el mar, metafóricamente, ya no existe. Porque representa el poder del infierno. Nosotros, ahora, pertenecemos al pueblo de Dios. El nos ha cogido en sus brazos, a pesar de nuestras debilidades y de nuestros pecadillos. El nos quiere de verdad. Hoy, de una forma o de otra, la misa que nosotros hemos de tener hacia El. El evangelio de hoy nos lo presenta Juan 13, 31-33a, 34-35. Acaban de comer juntos en el cenáculo y Judas se marcha. Es ahora cuando empieza de verdad el dolor, el sufrimiento. Y es ahora cuando Dios del cielo empieza a ser glorificado de verdad. Es la mejor glorificación que uno puede ofrecerle a Dios. Es la mejor oración que nosotros podemos hacer. El amor lo dice todo, lo expresa todo. Y Jesús nos hace su testamento, que es el testamento del amor. Nos dice: "Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros como yo os he amadado. En esto conocerán todos que sois mis discípulos". Cuando hay amor las cosas, aún las más duras, se ven de manera distinta. Cuando las cosas se hacen por amor, se hacen de muy distinta manera. Y no lo olvidemos, sigamos aprendiendo a tener la presencia de Dios.

martes, 3 de mayo de 2022

Domingo IV de Pascua. 08/05/2022

Pablo y Bernabé están realizando una gira para predicar el mensaje de Cristo. Llegaron a Antioquía de Pisidia y el primer sábado entran en la sinagoga con la intención de predicar. Pablo y Bernabé entablaban conversación con mucha gente y los animaban a ser siempre fieles a Dios. Al sábado siguiente muchos acudieron a la sinagoga para oirlos, pero eran tantos que los judíos se llenaban de envidia y empezaron a blasfemar. Y Pablo empieza a predicar y les dice que primero tenían que oir ellos el mensaje cristiano pero, como lo rechazan, lo hablarán a los gentiles, a los que no son judíos. Al oir esto los gentiles se alegraron muchísimo, y muchos creyeron. Y así llegó la predicación sobre Cristo hasta el fin de la tierra. Pero los judíos incitaron a las mujeres ricas adoradoras de Dios y a las personas influyentes, de forma que lograron la expulsión de Pablo y Bernabé. Empiezan las grandes dificultades para extender el reinado de Cristo. El salmo de hoy, salmo 99, nos hace repetir: "Somos su pueblo y ovejas de su rebaño". Recuerda esta frase y repítela varias veces durante el día como una forma de recordar a Dios y decirle que lo quieres, que lo amas. Si quieres repetir otra cosa que te haga recordarte de Dios, hazlo. Lo importante es que te acuerdes de Dios y le digas que lo amas. Ya ves que te repito muchas veces, muchos días,esta forma de recordar a Dios para que te ayude a mantener una vida de unión con Dios. La segunda lectura de la misa es del libro del Apocalipsis 7, 9.14b-17. Describe muy bien al conjunto de los que somos seguidores de Cristo. Es una descripción donde tú, yo, todos los que amamos a Dios, estamos junto a Dios, junto a Cristo, en el cielo. Vete leyendo despacio, imaginando cada expresión, ¡verás que oración haces! Te va a salir preciosa. Añade lo que puedas con tu imaginación y ¡adelante! ¡Junto a Dios! La tercera lectura de este domingo ocupa solamente cinco líneas. Es del evangelio de Juan, capítulo 10, versículos desde el 27 hasta el 30, ambos inclusive. Las ovejas de Jesús somos todos nosotros, los que seguimos a Jesús. El nos da vida, vida para siempre y no nos soltará jamás de su mano. Cuando terminé de hacer este comentario, me gustó, son mis vivencias y dí gracias a Dios. Y, a tí que te sirva para mover tu corazón hacia El. Si ves que merece la pena, déjalo a otra persona. Quizá pueda hacerle mucho bien. Pidamos unos por otros.

lunes, 25 de abril de 2022

Domingo de Pascua. 01/05/2022. Juan 21, 1-14

Hch 5, 27b-32. 40b-41. En la primera lectura de la misa de hoy se nos presenta la circunstancia de sentir la necesidad de predicar, de extender el reino de Cristo y no poder hacerlo por estar prohibido. ¡Cuántas veces las leyes que dan los hombres se oponen a las leyes de Dios! ¿Y cómo responden los que en aquella época mandan en la Iglesia? "Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres". Pero, no cabe duda que los primeros que han de obedecer son el obispo y las personas de autoridad que están a su alrededor. En este caso, los apóstoles responden como verdaderos creyentes y responsables. Y salieron del Sanedrín contentos de haber merecido aquel ultraje por Jesús. A continuación, viene el salmo 29 con la siguiente respuesta a diversos versículos: "Te ensalzaré, Señor, porque me has librado". La segunda lectura es del libro del Apocalipsis 5, 11-14. Hay una verdadera movilización de ángeles, miles de miles, miríadas de miríadas, de todas las criaturas. Todas las alabanzas son para el cordero. Acostumbrémonos a dirigir alabanzas a Cristo con el pensamiento. Digámosle: Señor, te amo, ayúdame a ser bueno... Lo estaremos alabando como hacen los ángeles en el cielo. Creceremos en la vida mística y estaremos más unidos a Dios y a los demás. Juan 21, 1-14. Es un evangelio de Jesús resucitado en el que Jesús participa en el resultado de una pesca. 153 peces. Es un resultado simbólico. Pero, es fruto de la acción de Jesús y de los discípulos. Es una magnífica lección. En el campo apostólico, los resultados dependen de Dios porque son frutos divinos y de nuestra acción, de nuestro apostolado, porque son resultado de nuestra acción humana. No podemos ejercer ningún tipo de apostolado si no lo encomendamos a Dios. El es quien mueve los corazones. Y además, se da una circunstancia. Jesús no se ha presentado en ningún momento. Pero, los discípulos saben que es El. Y es que Jesús es Dios y su amor por nosotros trasciende, vibre interiormente y, de algún modo, lo sentimos. Por esta razón, es necesario que los discípulos nos cultivemos espiritualmente, que busquemos a Dios. Nunca nos pesará. Leamos despacio este pequeño comentario y saquemos algún propósito para nuestra vida.

lunes, 18 de abril de 2022

II Domingo de Pascua. 24/04/2022. Juan 20, 19-31

Es sumamente importante que todos vivamos, como cristianos que somos, unidos en un mismo espíritu. El Espíritu de Cristo, el Espíritu de Dios. Dice la primera lectura de la misa de hoy que todos se reunían en un mismo espíritu y que los demás no se atrevían a juntárseles. ¡Cómo verían de unidos a los cristianos viviendo la vida de Dios! ¡Los demás, se hacían lenguas de ellos, os admiraban! Aunque algunos no se atrevían a acercarse, muchos sacaban a sus enfermos a la calle para que la sombra de Pedro, al pasar, los curara. Y muchos se adherían al Señor. Esto es una gran expresión de que en aquellos hombres y mujeres estaba el espíritu de Dios, el espíritu de Cristo. Es lo que nos refleja la primera lectura de la misa de hoy, Hechos 5, 12-16. No olvidemos el salmo 117, 2-4, 22-27: "Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia". Repitámoslo varias veces durante el día y así nos acordaremos de Dios varias veces durante el día. Hagámoslo como queramos, pero acordarse de Dios es lo importante. Para algunos, con decir: "Te amo Señor" ya sirve para ponerse en la presencia de Dios. La segunda lectura es del Apocalipsis 1, 9-11a. 12-13. 17-19. Aquí, la orden que Dios nos da es: "Escríbelo". Sí, Señor. Los cristianos tenemos obligación de glorificar a Dios, de ir por el camino de Dios y lograr que los demás descubran ese camino y lo sigan. Tengamos en cuenta que siete es un número completo, significa no sólo siete iglesias, sino "todas" las iglesias. Cada iglesia es como un candelabro de oro, a los ojos de Dios es de un inmenso valor. Así nos quiere Dios. Hagámosnos todos "los propagandistas de Dios". El evangelio se toma de Juan 20, 19-31. Jesús se aparece a los discípulos al anochecer. Lo primero que hace es darles la paz y enviarlos a predicar. Les da el poder de perdonar los pecados. Habiendo creído en Jesús, teniendo fe en El, ya nuestros pecados son perdonados. Por eso es necesaria la predicación, para que la gente pueda abrir sus oídos y así pueda creer. Resumiendo todo, tengamos todos el espíritu de Jesús en nuestros corazones, que se vea a Dios, a Cristo en nuestras caras, en nuestros corazones. Así, los demás verán la gracia de Dios en nosotros, creerán y sus pecados serán perdonados. Como termina el evangelio de hoy, "estos escritos lo han sido para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.

miércoles, 13 de abril de 2022

Domingo de Pascua de Resurrección. 17-4-2022

Hoy es Domingo de Pascua de Resurrección del Señor de nuestra fe, de nuestra esperanza. La gran figura de este día de la Resurrección es Jesús de Nazaret. Fue ungido con la fuerza del Espíritu Santo y es con esta fuerza como hay que reconocer siempre a Jesús. sin ella, jamás se manifiesta Jesús. Y sin reconocerla no entramos en contacto con él. cuando rezamos, no recemos a Jesús com hombre a secas. Cuando recemos, pensemos que Jesús está ungido por la fuerza de dios, del Espíritu Santo, y esa fuerza nos va transformando a cada uno de nosotros. Hay que sentir a dios dentro de nosotros. Él nos acompaña en la lucha de cada día y perdona todos nuestros pecados. Jesús nos encargó predicar al pueblo, a la gente. Aprendamos a hablar de dios a los demás y no nos avergoncemos. La segunda lectura nos dice que debemos buscar siempre las cosas de dios, las cosas de arriba. ¡Qué alegría estar escondidos en Dios! La felicidad, la alegría, deben ser maravillosas. ¡Estemos siempre al amparo de Jesús! Se nos queda atrás, olvidado, el salmo 117, que si lo saboreamos durante toda la semana, nos ayudará mucho a aprender a llevar la presencia de dios durante el día. Repitamos con frecuencia con el pensamiento: "Este es el día que hizo el Señor. Sea nuestra alegría y nuestro gozo". Y ya en la última lectura (Juan 20,1-9), cuando algún día estemos en la catedral de Oviedo, junto a las reliquias auténticas, podemos contemplar el sudario con que le cubrieron la cabeza a Jesús y los lienzos con qu elo envolvieron. Los asturianos estamos muy contentos y damos gracias a Dios por tenerlas junto a nosotros. Hay muchos y serios estudios que las avalan. Aprovecha lo que te sirva para meditar... ¡pero hazlo!

miércoles, 6 de abril de 2022

Domingo de Ramos. 10/04/2022

No podemos pasar sin expresar una gran alegría en este día del Domingo de Ramos. Es una gran alegría que nos infunde una gran esperanza. El cristiano siempre está alegre, incluso en momentos que llaman a la tristeza porque, en los que amamos a Jesús, los momentos de verdadera tristeza, son momentos de tristeza fundada pero, a la vez, momentos en que podemos cimentarnos más en Dios. Como termina la primera lectura de hoy, (Isaías 50, 4-7, "endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado". Y eso por dura que sea la vida. Al salmo de hoy, 21, 8-9. 17-24), contestamos "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?". Y, a la vez, pensemos que tras ese abandono, Dios nos envía alegría, serenidad, paz. La segunda lectura se toma de Filipenses 2, 6-11. Jesús es Dios, es de condicción divina, es igual que Dios, y por lo mismo, al nombre de Jesús debe doblarse toda rodilla en el cielo, en la tierra, en el abismo y que toda lengua proclame que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. La tercera lectura es de Lucas 23, 1-49, es decir, la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo. Los enemigos de alguien, cuando les interesa hacer daño, saben utilizar la calumnia. Como dice el refrán, calumnia que algo queda. Contra Jesús sucede lo mismo. Jesús arrastra a la gente detrás de él, y la calumnia se convierte en fácil, si Pilato logra enfrentar a Jesús con el César, levantando una calumnia. Pero, no resulta fácil. Pilato no encuentra razón para condenarlo y como insisten en condenar a Jesús, Pilato lo envía a Herodes que se puso muy contento pues tenía muchas ganas de conocer a Jesús. Los sacerdotes y los escribas en todo este proceso estuvieron siempre contra Jesús, lo mismo cuando este fue llevado a Pilato y cuando a continuación, como sucede ahora, lo acusan ante Herodes. Por eso, Pilato insiste una y otra vez en liberar a Jesús, pero no lo logra. El griterio aumenta y, entonces, Pilato suelta al malhechor Barrabás y les entrega a Jesús. Empieza entonces todo el proceso de la Cruz. Haz trabajar a tu pensamiento y habla con Dios. Eso es meditar. Piensa en lo que recuerdes de la pasión de Jesús y habla con él, con tu pensamiento y con tu imaginación. Dile que lo amas, que lo quieres. Le dan latigazos. Es la flagelación. Carga con la cruz y siente el dolor de los azotes. La cruz le roza gran parte del cuerpo. Y tú, que vas contemplando todo eso, ¡qué dices! No lo dejes pasar, ¡contémplalo! No olvides que esto no es cualquier cosa. Estás haciendo oración, estás meditando. Estamos muy acostumbrados a hacer oración vocal, es decir, con la boca. Padres nuestros, avemarías... Pero pasan los días y no nos paramos a hacer oración mental, meditación... Pues este es un buen mmomento para empezar. Dedica un rato a meditar. Tendrás un buen recuerdo de esta Semana Santa, no la olvidarás. ¡Has hecho oración mental, meditación! La pasión del Señor da para hacer mucha oración. Y no necesitas llevar un libro que te ayude. La pasión de Jesús da para mucho. Hasta para contemplar. La contemplación es otra forma de hacer oración. Ya la veremos.

martes, 29 de marzo de 2022

V Domingo de Cuaresma. 03/04/2022. Juan 8, 1-11

Con Dios hay que estar siempre a la expectativa, atentos a lo que El espera o quiere de nosotros. Siempre, oído alerta. Y cuando hemos escuchado su voz, nos ponemos rápidamente en movimiento para cumplirla. La primera lectura de la misa de hoy está sacada del libro bíblico de Isaías 43, 16-21. Y, lo más importante está grabado en la siguiente frase, así dice el Señor: "mirad que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis?". Sí. ¡Cuántas veces se nos viene una idea buena a la cabeza y no queremos hacerle caso! Queremos seguir haciendo lo malo que hacíamos. No deseamos hacer lo bueno o lo mejor. Cuando te venga una idea para ser mejor, no la rechaces, ponte en camino, y sin tardar, hazlo. ¡Empieza a ser mejor! El salmo de hoy viene con una nota de alegría. Es el salmo 125, 1b-6. Dice: "El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres". Repítelo varias veces durante el día y, así, tendrás a Dios más presente. Haz eso mismo durante la semana y vivirás más la presencia de Dios. La segunda lectura es de la carta a los Filipenses 3, 8-14. Para mí, el vivir es Cristo y el morir ganancia. Busquemos la justicia que viene de Dios y que se apoya en la fe. Es difícil vivir de la fe en Dios, en Jesús. Porque vivir de la fe es no confundirla con nuestros intereses. Vivir de la fe es abandonarse en los brazos de Dios. Y, aunque Jesús ya me ha dado el premio, sin embargo, corro tras él como si todavía no lo hubiese conseguido. Y es verdad, ya tenemos el premio, sentimos que Dios nos ama, que estamos cerca de El. Pero, nos falta el último apretón, el abrazo de verdad, ese que todos ansiamos. De verdad. Y llegamos al evangelio: Juan 8, 1-11. Se trata de la mujer sorprendida en adulterio. No nos habla nada de su esposo. Sólo nos habla de su esposa a la que presenta como pecadora y a la que perdona con suma facilidad. Así es Dios. No perdona con suma facilidad porque El lo permita todo. Sabemos que no. Lo que no está bien, para Dios tampoco lo está. Pero, cuando uno está de verdad arrepentido, Dios perdona inmediatamente. Pero, espera a que se arrepienta. El arrrepentimiento es imprescindible. Y, Jesús da tiempo al tiempo. Observemos que Jesús es un hombre de mucha oración. Le gusta mucho la oración en plena naturaleza, en un prado... No os lo perdáis. Decidle entonces a Dios que lo amáis. Hacedlo varias noches. Os daréis cuenta que ese amor con el que amáis a Dios, llega a lo más hondo de vuestra alma, de vuestro corazón. El evangelio nos dice que Jesús se retiró al monte de los Olivos. No sabemos si durmió allí o fue para su casa. Hemos dejado para el final este momento de la oración de Jesús. Aprendamos a ser personas de oración, nos llegará al corazón. Y, nos sentiremos hijos de Dios y trabajaremos por El.

miércoles, 23 de marzo de 2022

IV Domingo de Cuaresma. 27/03/2022

Hoy es un domingo que tiene unas lecturas preciosas. ¡De verdad! Da ganas de leerlas y releerlas. Nada más empezar ya tenemos fiesta. La celebra Dios con su pueblo. El Dios que jamás abandona a su pueblo, ni en los peores momentos. Externamente, aparentemente, parece que sí, que ya ni Dios se acuerda de él. Pero, Dios siempre nos tiene presentes. Y celebramos los días con alegría. Es una alegría que viene de Dios. Y nos hace terminar cada día con un gracias a Dios. Sabemos que Él nos tiene presentes y nosotros, aunque la vida nos resulte dura, siempre nos echamos en sus brazoas, con confianza. Dios pone sus brazos ¡en nuestras manos! Esa es la verdad. Pero, nunca nos abandona. Sea como sea. Y el maná se acaba, pero Dios sigue estando ahí. Muy cerca de nosotros. ¡Qué razón tiene el salmo de hoy (salmo 33, 2-7)!: ¡Gustad y ved que bueno es el Señor! Como decíamos unas líneas más atrás. Repitámoslo varias veces durante el día: "gustad y ved que bueno es el Señor". Mantendremos así la presencia de Dios, acordándonos de Él. Y, así, todos los días. Aunque si alguno tiene otra forma de acordarse de Dios, de mantener su presencia, puede hacerlo. De una manera muy continuada es humanamente imposible hacerlo. Pero, tal como decimos, mantenernos cerca de Dios nos hará sentirnos contentos. La segunda lectura es de la 2ª Corintios 5, 17-21. Dios nos pide que nos reconciliemos con él por medio de Cristo. Y, aún más, nos reconciliamos nosotros con Dios, pero, también nosotros podemos reconciliar a los demás con Dios. Es como si Dios mismo actuara por medio de nosotros. Esto es llevar a Dios a los demás. Y esto es lo que nos pide esta lectura de la Biblia. Y, recordemos que la Biblia es para el cristiano, la palabra de Dios. ¡Trabajemos para que los demás se acerquen a Dios! Que todos amemos a Dios, que nos acerquemos a él. Llegamos a la lectura del evangelio. Lucas 15, 1-11-32. Es la parábola de Hijo pródigo. ¿Recuerdas como es la parábola? Muchas veces la habrás oído. ¡Haz un esfuerzo! Aprovecha para hacer un poquito de oración. No hay por qué rezar siempre una oración que hemos aprendido en el catecismo. Nosotros podemos hacer una oración con el pensamiento. Podemos ir rezando con nuestro propio pensamiento. Sí, anímate y hazlo. Si te sale muy corta no te preocupes. Estás practicando el evangelio de hoy. Al final, lo has hecho más largo o más corto, pero lo has hecho. Y serás un hijo de Dios que no deseas dejarlo solo.

martes, 15 de marzo de 2022

Domingo III de Cuaresma. 20-03-2022. Lucas 13, 1-9

En las tres lecturas de este domingo está muy clara la labor de alguien que haga apostolado. En la primera lectura, aparece Moisés que lo que hace es ir dejándose llevar por algo que realmente es admirable:la llama que arde sin consumirse. ¿Qué misterio hay en tí y en mi cuando nos dejamos llevar por la atracción de los misterios de Dios en nuestro corazón? ¿Qué maravillosa zarza está ardiendo en nuestro interior?. Es verdad, cuando nos acercamos a Dios, a menudo nos damos cuenta que nuestro corazón ya estaba ardiendo hacía algún tiempo, reclamando nuestra entrega, nuestro amor. Ya estamos entre las llamas que Dios nos tiene. Digámosle como Moisés:"aquí estoy". Y nos damos cuenta que estamos envueltos en el fuego de amor que Dios nos tiene. ¿Y a quién o a quienes nos envía Dios? ¿y...para qué? Para hablar del Señor... Dice el salmo 102, 1-8.11: El Señor es compasivo y misericordioso. Repitámoslo durante el día, y durante la semana como acostumbramos a hacerlo. Ya lo sabemos, es para ir acosstumbrándonos a la presencia de Dios. Si preferimos decirle a Dios otra cosa, vale también. I Corintios 10, 1-6, 10-12. Estamos en la segunda lectura. Es como una película de verdadero terror. En ella vemos que por seis veces, y seguidas, se repite el indefinido "todos". ¡Y eso que la roca espiritual que les seguía era Cristo! Sin embargo, la verdad es que la mayoría de ellos no agradó a Dios. Y, sin embargo, les seguía una roca espiritual, Cristo. Lo repito para que nos quede grabado: Cristo. Sin embargo, la mayoría no agradó a Dios, y sus cuerpos quedaron tendidos por el desierto. Y sucedió para que no codiciemos el mal. Pero, no olvidemos jamás la forma judía de escribir. Les gusta mucho la exageración para que grabemos algo en nuestro corazón y no lo olvidemos. Seguimos leyendo y ya no dice "la mayoría" sino "algunos de ellos". Y todo sucedía "alegóricamente" para enseñanza nuestra. La tercera lectura es de Lucas 13, 1-9. La enseñanza es maravillosa como la de la lectura anterior. Los buenos no se convierten en malos porque su sangre se mezcle con la de los perversos. Al contrario, si fueron buenos seguirán siendo buenos ante Dios. Lo importante es estar con Dios, estar convertidos a Dios. Ante Dios todos somos iguales, todos somos de Dios si estamos convertidos a él. Aunque caiga la torre de Siloé sobre nosotros. No es un castigo de Dios. Son cosas que suceden por lo que sea. Si Dios nos ama, nos sigue amando. Y seguimos viviendo junto a El y nos sigue amando. Después, el evangelio nos cuenta lo de la higuera que lleva tres años sin dar fruto y el dueño manda cortarla. Pero, lo que necesita esa higuera es alguien que la cultive y le dé mimo. El viñador se lo da. Y, el fruto se supone. Lo que nos enseña es la necesidad que tenemos de hablar de Dios con los demás y sembrar a Dios.

miércoles, 9 de marzo de 2022

Domingo II de Cuaresma. 13 de Marzo 2022. Lucas 9, 28b-36

Una pregunta que una gran mayoría de personas tiene en la punta de la lengua para hacerle al Señor es:¿quién dijo eso?¿cómo podemos saber que es verdad? A través de otras personas Dios nos va diciendo cosas. Pero, a la vez, es Dios quien nos lo dice a través de nuestros padres, a través de nuestros abuelos, a través de todas las personas que nos quieren. Amamos a Dios y, como consecuencia, amamos a nuestros hijos, a nuestros nietos. Nos queremos todos. ¡Es verdad!¡sabemos la verdad porque nos queremos, porque nos amamos! La verdad está en nuestros corazones, en nuestro interior, si amamos de verdad, si no hacemos daño a las personas, si nos queremos. Abrahán creyó a Dios y Dios lo amó de verdad. Y estaban muy juntos. No se separaban el uno del otro. Dios estaba en el corazón de Abrahán y Abrahán en el corazón de Dios. O lo mismo, Abrahán vivía muy cerca de Dios, Abrahán vivía junto a Dios. Y Dios nos llena de verdadera alegría. El Señor es mi luz y mi salvación (salmo 26). Repitámoslo varias veces durante el día, y durante la semana. Pero despacio, con cariño. O, si lo preferimos, acordémonos a nuestro modo, con sencillez. Lo importante es acordarse de Dios y decirle que lo amamos o algo equivalente. Y, dan ganas de copiar al pie de la letra la segunda lectura. Es de la Carta a los Filipenses 3, 20-4,1. Da ganas de terminar con ella: "Así pues, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría... manteneos así, en el Señor". La lectura evangélica es la de la Transfiguración del Señor. Lucas 9, 28b-36. Pedro, Juan y Santiago suben a lo alto del monte para orar con Jesús. El tema de la oración es tan importante, que el cristiano no puede desecharla jamás. Tan es así que el cristiano se encuentra, a menudo, rezando o en la presencia de Dios sin darse cuenta. Sí, de que en su interior, en el fondo de su alma, estaba Dios presente. A menudo, no le damos importancia pero debemos dársela. Dios está ahí. En esos momentos, démosle gracias. Gracias por que El estaba tan cerca de nosotros. Gracias porque nos quiere, porque nos ama. Cuando tenemos estas experiencias estamos empezando a ver la gloria de Dios, como dice este evangelio de hoy: "... y vieron su gloria". O como dijo Pedro: ¡Qué bueno es que estemos aquí! Y una voz desde la nube termina este evangelio diciéndonos a tí y a mí: "Este es mi Hijo, el Elegido, escuchadlo". Y hacemos como Jesús. Quedamos solos con él, guardamos silencio. Pero, lo guardamos, de verdad en nuestro corazón.

miércoles, 2 de marzo de 2022

I Domingo de Cuaresma. 06/03/2022. Lucas 4, 1-13

Empieza la misa de este domingo con un pasaje del Deuteronomio, 26,4-10. Se refiere al ofrecimiento de las primicias y recuerda todo lo que el pueblo de Dios tuvo que sufrir durante su estancia en Egipto. Las lecturas de este domingo son un buen reflejo de como debe comportarse el cristiano, el verdadero discípulo de Cristo. Moisés se dirige al pueblo y le dice: que el sacerdote tomará la cesta de las primicias y la ofrecerá poniéndola en el altar y tomando la palabra hará un relato de su historia en Egipto. Quedará como un pueblo muy pequeño que se convierte en pueblo grande, fuerte y numeroso. No obstante, ellos pasan por la prueba y son maltratados, oprimidos y pasan por una dura esclavitud. Ellos claman de verdad al Señor, Dios, que escucha sus gritos , ve su indefensión, su angustia y opresión. Y los saca de Egipto para llevarlos a una tierra que mana leche y miel, es decir, una tierra muy buena. Al finalizar este histórico recuerdo, el sacerdote coge las primicias de lo recogido durante el año y lo lleva ante el Señor, postrándose en la presencia de Dios. Con el salmo 90, elaboramos la frase: "Quédate conmigo, Señor, en la tribulación". La repetiremos con frecuencia varias veces durante los días de la semana. Recordamos que estamos aprendiendo a llevar con nosotros la frecuencia de la presencia de Dios. Esta presencia no puede ser continua en los humanos, por supuesto. Pero, sí varias veces al día. La segunda lectura es de Rom. 10, 8-13. esta lectura tiene una frase que es un resumen perfecto de todo lo que dice. Dice así: "Si profesas con tus labios que Jesús es Señor, y crees con tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvado". Releela y si te parece bien, quédate con ella, y si memorizas el nombre de la carta y el capítulo, tanto mejor. Este, se lee muy pronto y rápidamente encuentras el versículo y, aunque no lo memorices, no hace falta. En la tercera lectura, sobre las tentaciones de Jesús, se ve como Jesús fue tentado muchas veces, no sólo tres. El número cuarenta significa un número indefinido de días. En este caso, cuarenta, que pudieron ser muchos más. Bastantes más. Y, cuando acaban estas tentaciones, dice el evangelio de hoy, el demonio lo dejó hasta otra ocasión. La misión del demonio es dominar a Dios de una forma u otra. Cuando el demonio ve un ser humano, piensa que allí puede haber debilidades humanas y allí está él para tentar y sacar provecho. El demonio está continuamente al acecho para tentarnos. En las tentaciones, es muy importante conservar tranquilamente, la fe y la confianza de Dios. La tranquilidad sabiendo que estamos en la mano de Dios y en las nuestras. Y a la vez, debemos obrar como si todo dependiera de nosotros. Pero, conservando la confianza en Dios y estando en la presencia de Dios.

martes, 22 de febrero de 2022

Domingo VIII del Tiempo Ordinario. 27/02/2022. Lucas ,6, 39-45

Las lecturas de este domingo son unas lecturas, de verdad, muy prácticas, muy adaptadas a nuestro comprender humano. Cuando nacemos de buenos padres, llevamos un buen comienzo. Ya tenemos esbrozado el comienzo del camino, para continuar sobre él. Cuando llegamos por primera vez a nuestra parroquia ya hemos oido hablar sobre Dios y de las cosas de Dios. Intuímos lo que es el amor a los demás, la caridad, el ayudarlos. Estamos en vías de hacer apostolado. Es decir, de trabajar por el reino de Dios, de Cristo. La primera lectura se toma del libro bíblico llamado Eclesiástico, capítulo 27, versículos del 4 al 7,, ambos incluidos. Es como una brevísima lección de psicología abreviada. Cuando oímos a una persona hablar, sin verla, ya nos porduce una impresión agradable o desagradable, a menudo. Por esta razón, esta primera lectura nos dice que el horno prueba las vasijas del alfarero, y la persona es probada en su conversación. La segunda lectura es de la primera carta a los Corintios, 15, 54-58. Esta lectura nos pone en el límite de nuestra vida, es decir, cuando lo que se corrompe, que es nuestra carne al morir, se vista de incorruptibilidad, para no corromperse jamás, entonces nuestro cuerpo ya vive para siempre, ya no se corrompe jamás, ¡ya vive para siempre! Por esta razón, procuremos estar siempre junto a Dios y no separarnos de El. Y si alguna vez le fallamos, volvamos siempre la vista hacia él y sepamos pedirle perdón. Hemos llegado a la lectura del evangelio. Se toma de Lucas 6, vesículos 39-45. Cerca del fin, nos dice que no hay árbol bueno que de fruto malo, ni árbol malo que de fruto bueno. Todo este pequeño relato del evangelio nos indica que es necesario vivir arrimados al árbol bueno que, sin dudarlo, es Jesús de Nazaret. Supongo que se habrán dado cuenta de que en este comentario de las lecturas de hoy, hemos saltado el correspondiente al salmo 102, resumido en el conjunto del 1 al 13. Para vivirlo, repitamos con frecuencia, en nuestro interior: "El Señor es compasivo y misericordioso". Hagámoslo varias veces durante el día para ir aprendiendo a vivir la presencia de Dios. Ahora estamos aprendiendo así, pero una vez que hayamos cogido la forma de hacerlo y lo hagamos con frecuencia, iremos, a base de repeticiones, hechas con mucho amor, cogiendo la costumbre de acordarnos de Dios y decirle que lo amamos y que estamos dispuestos a trabajar por él. No olvidemos que somos humanos y que no podemos tener una presencia constante, continuada y prolongada. Es humanamente imposible. Pero, sí podemos hacerlo varias veces al día. Cojamos la costumbre, practiquémosla y estemos alerta para que después de haberla cogido, no la perdamos. No os olvidéis del nombre. Estamos aprendiendo a vivir en la presencia de Dios.

lunes, 14 de febrero de 2022

VII Domingo del Tiempo Ordinario. 20/02/2022. Lucas 6, 27-38

Ante muchas de las lecturas evangélicas que nos toca leer a través del año, la mejor forma de sacar un buen provecho espiritual es dejarnos curar por Jesús. Seguir sus santos consejos. A veces, lo que hace Dios o sus planes, entorpecen totalmente los nuestros aunque sean con la mejor intención, aunque aparentemente busquen defender la causa de Dios. En la primera lectura, Abisay dice a David: "Dios pone hoy al enemigo en tu mano. Déjame que lo clave en tierra". Pero, David le dijo: "No acabes con él, pues ¿quién ha luchado contra un ungido del Señor y ha quedado impune?" Y se marcharon. David, encima de una montaña, manifiesta que no ha querido ir contra un ungido del Señor. Viene del salmo 102. Repitamos varias veces durante el día: "El Señor es compasivo y misericordioso". Así, iremos ejercitándonos en acordarnos con frecuencia de Dios y estar en su presencia. La segunda lectura es de 1 Corintios 15, 45-49. En esta lectura se habla del hombre espiritual y del hombre material. El primero es Adán, el hombre terrenal. El hombre celestial son los del cielo. Pero, antes hemos sido hombres terrenos, de la tierra. La de los celestiales, los del cielo, viene a continuación. Pero, si como el hombre terrenal es de la tierra; así los del cielo son los celestiales. Tengámoslo en cuenta para nuestra vida. Y, ya en la tercera lectura, Jesús nos pide algo difícil: hacer el bien a los que nos odian, bendecir a los que nos maldicen y orar porlos que nos calumnian. Parece que Jesús nos lo pone cada vez más difícil pero, al final se nos dice: "sed misericordiosos como vuestro Padre lo es; no juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados..." Jesús está lleno de sorpresas. Y termina diciéndonos: "perdonad y seréis perdonados; dad y se os dará: os verterán una medida generosa, llena, sobrada y rebosante. Y según midiereis os medirán a vosotros. Os medirán de forma abundante, pues con la medida que midiereis os medirán también a vosotros". Son muy bonitas las lecturas de este domingo. Meditémoslo varias veces. Y si podemos cojamos los evangelios o el misal y leámoslas. En concreto, el evangelio. Pero, saboreémoslo. Pido a los lectores de este evangelio, en concreto, a mis hijos y nietos, que lo lean y lo saboreen de verdad. ¡Os queda mucho mío para leer y releer (de vuestro padre y abuelo durante vuestra vida)! Y mamá tiene mucha parte en ello. Propósito: Hazlo, sobre todo en la línea de vivir la presencia de Dios durante el día.

lunes, 7 de febrero de 2022

Domingo VI del Tiempo Ordinario. 13/02/2022

Hoy deseo que empieces a dedicar algún tiempo a la meditación. Es algo fundamental para el cristiano y que muchas veces olvidamos. Por esta razón, hoy vamos a dar un giro a nuestro comentario del evangelio, con el convencimiento de que si vamos aprendiendo a meditar, nos sentiremos verdaderamente contentos. Esa va a ser la realidad. Si te vas introduciendo en ello te sentirás contento/a. Y si ya sabes, todos nos alegramos de verdad. Confía siempre en Dios, busca el apoyo en él. no te apartes del corazón de Dios. Pues si lo haces, es decir, si te apartas, serás como un cardo en la estepa, que nunca recibe la lluvia. Pues mira, aquí tienes un buen punto para la meditación. Empezamos. Imagina que eres un cardo. Estás solo. En medio del desierto. Nunca recibes el agua de la lluvia. En ti no hay ninguna flor. Estás árida. Pero se trata de acercarte a Dios, porque dice la primera lectura que estamos comentando, que serás un árbol plantado junto al agua... tus hojas siempre están verdes... no te molesta la sequía, pues no por ello vas a dejar de dar fruto. Como dice el primer salmo: "Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor". Piensa lo que eres sin agua. Estás seco de verdad. No tienes raíces, se secaron. Confía en Dios para crecer junto a él. Vive de estar junto a Dios, de no querer ser un cardo. Recuerda lo que dice el salmo. En la segunda lectura (1Corintios 15, 12.16-20) se nos recuerda que Cristo ha resucitado y eso da sentido a nuestra fe. Pablo es tajante: "si los muertos no resucitan, tampoco Cristo ha resucitado". Pero Cristo ha resucitado de entre los muertos y es primicia de los que han muerto. No seas un cardo. Deja que Cristo haga de ti un verdadero rosal. Piensa en lo que vas leyendo. Usa tu imaginación para las cosas buenas. y progresa en la meditación. La tercera lectura es la evangélica, y en este caso es la de las bienaventuranzas. Vuelve tu mirada hacia las lecturas anteriores. Continúa tu oración. ¿Qué te parece, eres un cardo en plena sequía o eres un rosal, con borbotones, en esperanza de convertirse en verdaderas rosas? ¿Esta oración o meditación ha influido en ti? ¿Quieres completarla de verdad? Quizá necesite un poco de adorno, de embellecimiento. Nadie mejor que tú puede ver lo que necesita, lo que le falta. Es una forma de aprender y de mejorar. Ten iniciativa. ¡Un abrazo en el Señor!

miércoles, 2 de febrero de 2022

Misa Domingo V del Tiempo Ordinario. 06/02/2022

Hace poco leí: "Dios siempre se adelanta y siempre nos espera". La primera lectura de la misa de hoy nos expresa cómo el Señor, nuestro Dios, nos mira de verdad. Los ángeles se miran uno a otro y se dicen: "¡Santo, santo, el Señor del universo, llena está la tierra de su gloria!". Que el Señor me mire de verdad, es un tesoro. Me conduce de verdad, a mirarme a la cara y llorar. Dios, en su amor, me mira a la cara para amarme, para perdonarme. ¡Así es Dios! Qué maravilla tocar a Dios y ¡cómo nos hace vibrar!. Que se traduce: ¡Cómo nos ama! ¡Cómo nos abraza! ¡Cómo nos quiere! Y por esta razón, por este su amor, ha desaparecido nuestra culpa y está perdonado nuestro pecado. Mándame para darte a conocer. Aquí estoy, mándame. Con el salmo 137 repitamos varias veces: "Delante de los ángeles tocaré para ti, Señor". Repitámoslo durante el día hasta el día 13, próximo domingo. Así, iremos aprendiendo a estar en la presencia de Dios. Nos es muy necesario a todos, y sobre todo a los que vivís en sitios donde no se permite a los cristianos practicar sus vivencias de creyentes. La segunda lectura es de 1Corintios 15, 1-11. Pablo sabe que el evangelio de Cristo es el que le hace sentirse salvado o estar salvándose. Estas experiencias que él siente en su interior son las que él desea que experimenten aquellos primeros cristianos. Sabemos que nuestra experiencia cristiana es un contacto personal con Cristo. Cristo en persona está a nuestro lado y él nos fortalece y nos ayuda de verdad. Lucas 5, 1-11. El evangelio nos presenta a Jesús junto al lago de Genesaret, subido en la barca de Simón Pedro y hablando a la gente. No se nos dice lo que les enseñó, pero manda a los apóstoles que echen las redes. Los apóstoles le replican diciendo que ya han estado bregando toda la noche, pero no han logrado pescar nada. No obstante, echan las redes y el resultado es fabuloso, es enorme, hasta el punto de que casi se hundían. Pedro se da cuenta de lo que representa Jesús, aunque como nos sucede a todos nosotros, aún irá descubriéndolo cada vez más. Vivamos cada vez más nuestra experiencia de Cristo, que es la experiencia del mismo Dios tocándonos el corazón. Mantengámonos fieles a la cercanía con Dios. Lee más de una vez este comentario y vete profundizando en la lectura. No te pesará.

lunes, 24 de enero de 2022

Domingo IV del Tiempo Ordinario. 30/01/2022. Lucas 4-21-30

Cuando estoy escribiendo este comentario a las lecturas de este domingo, último de enero, no puedo quitar de la mente lo sucedido ayer, domingo, en una parroquía donde yo veraneaba de niño. Es un modelo de cómo se debe actuar en posibles tiempos que se avecinan. Digo que es un modelo, no la única forma de hacerlo. Pero, los cristianos debemos acostumbrarnos a saber dar testimonio de nuestra fe. No la imponemos a nadie, que quede claro. Pero, jamás renunciaremos a nuestra fe. Sólo pedimos que se nos respete. El Hecho es que ante un fallecimiento de uno del pueblo, por deseo ¿expreso del difunto? o por la razón que sea, no se llama al sacerdote para nada, pero se entierra en sagrado. Sin embargo, una persona cristiana, católica, se atreve y reza públicamente una oración donde pide por el descanso eterno del difunto, en la presencia de Dios. El difunto es un vecino de toda la vida y esta vecina no quiere dejarlo marchar sin la bendición de Dios. Se conocían desde siempre. Un gesto precioso. Según la primera cita bíblica de la misa, en el introito o entrada, nos dice Jeremías: No les tengas miedo. Pues, no tengamos miedo. Respetemos, pero no tengamos miedo. Contestemos en el salmo 70: Mi boca contará tu salvación, Señor. Ya en la segunda lectura, 1 Corintios 12, 31-13, 13 se nos dice que si no tenemos amor no somos más que unos platillos que aturden. Yo, puedo tener todos los conocimientos, pero si no tengo amor de nada me sirve. Todo debemos contarlo con el amor. Pues, si no tengo amor, nada soy. Incluso aunque me dejara quemar vivo, si no tengo amor de nada me sirve. El amor no pasa nunca. Pensemos, ¿qué es la fe sin amor? Creer en Dios sin amarlo de verdad, no tiene sentido. Por eso, al final dice san Pablo, que ¡lo más grande, es el amor! Hay que centrarse en la frase que dicen los vecinos del pueblo de Jesús: Haz también aquí, en tu tierra lo que dicen que has hecho en Cafarnaún. Jesús, que penetra los corazones, les contesta haciéndoles ver la falta de fe que tienen. Entonces tratan de matarlo, pero al fin lo dejan marchar.

miércoles, 19 de enero de 2022

Domingo III del Tiempo Ordinario. 23/01/2022. Lucas 1, 1-4; 4, 14-21

Se celebra hoy el día de la infancia misionera. La actividad se realiza siempre con la potencia del Espíritu Santo. La predicación de Jesús nunca tiene sentido si la potencia de Dios, su Espíritu, no está con Él. Todo el pueblo está reunido para escuchar la palabra de Dios. El sacerdote Esdras es el que lee y el pueblo escucha con muy buena atención. El pueblo tiene verdadero sentido de lo que es una lectura sagrada y, llegado el momento, se pone de pie. Esdras bendice al Señor, el Dios grande y todo el pueblo levanta las manos y bendice al Señor diciendo: "Amén, amén". Es necesario que aprendamos a bendecir de verdad a Dios. Que aprendamos a inclinarnos y adorarlo rostro en tierra. Son gestos que dicen mucho y se realizan poco. Es necesario que la iglesia gaste dinero y ensaye para que las lecturas se entiendan muy bien. Dice esta primera lectura de la misa de hoy que el libro de la ley de Dios se leía con claridad y aplicando su sentido, de modo que todos entendieran su lectura. Ojalá esto lo tuvieran en cuenta todos los rectores de iglesias. No cabe duda que estas medidas aplicadas es hacer un buen apostolado. A los versos del salmo 18, 8-10.15 respondamos: "Tus palabras Señor, son espíritu y vida". La 1 Corintios 12, 12-14. 27 hacen la segunda lectura de la misa de hoy. En ella se establece una comparación con el cuerpo humano y sus miembros. Los miembros de nuestro cuerpo son muchos, es verdad, pero todos juntos forman un solo cuerpo y actúa como tal. Fomentemos el sentido de la unión. En nuestras conversaciones hablemos de lo que podemos hacer y tomemos decisiones. Hagamos cosas por el reino de Dios en el mundo. Pero, hagámoslas juntos si es posible. Es necesario aprender a trabajar juntos. Si aprendemos esta lección hemos aprovechado bien el día y, hemos hecho también una buena oración si le damos un feliz remate mirando a la imagen del Señor, aunque tengamos que levantarnos para ir a donde tenemos la imagen. Y como lo hemos hecho con cariño, nos vendrá algún sentimiento emocional que aprovecharemos como verdadera oración. Es así como rezamos a menudo, muchas veces. Lo hacemos a veces, pero no nos damos cuenta. Hoy a Jesús le ha gustado mucho estar junto a nosotros. Vale. Se notará si hacemos un compromiso y lo cumplimos.

martes, 11 de enero de 2022

II Domingo del Tiempo Ordinario. 16/01/2022. Juan 2, 1-11

Es una maravilla la misa de este domingo por las lecturas que nos toca saborear. Las bodas de Caná es el primer milagro que realiza Jesús y parece que inundan el espíritu de la misa entera. La primera lectura se toma del libro de Isaías y nos muestra el gran amor de Dios por su patria, por Jerusalén. En efecto, Dios no parará hasta lograr que Jerusalén, su tierra amada, se eche plenamente en sus brazos. Dios le dice a Jerusalén los mejores y variados piropos. Ya no será la Abandonada sino la Predilecta. El Señor la prefiere como esposa. A ella la llamarán mi Predilecta, porque el Señor la prefiere como esposa. Y después de tanto piropo, como se regocija el marido con la esposa, se regocija tu Dios contigo. ¡Figúrate esa alegría de Dios contigo! Y es una realidad. Dios se alegra contigo. Déjate guiar por él. Vívelo. Sigue con el salmo 95. Y responde: "Cantad las maravillas del Señor a todas las naciones". Repítelo varias veces durante la semana y mira a ver si puedes sacar algún propósito de ello. La segunda lectura es de 1Cor 12, 4-11. En Dios todo forma una sola unidad y a pesar de ser trino. Dios es uno y trino. Es el gran misterio de la Santísima Trinidad. Dios actúa en todos nosotros, en cada uno de distinta manera, pero en todos. Dios nos da de su don, su regalo a cada uno de nosotros. Todo lo que recibimos de Dios, lo recibimos por el mismo Espíritu. Y cada uno recibe su Espíritu. Tenemos el Espíritu de Dios en nosotros. El lo obra todo en cada uno de nosotros. Dios es, sin duda, la maravilla de las maravillas. Debes acostumbrarnos a ver a Dios en un espíritu de contemplación. Ciertamente, ese es el camino, verlo en espíritu de contemplación, pero quizá nosotros no somos capaces de tanto. Como nos dice el evangelio de hoy, los criados de la boda de Caná de Galilea, extrañados de que el vino del final sea mejor que el del principio, le preguntan a Jesús, por qué ha hecho eso así. Dios, a veces, hace las cosas de manera muy distinta a nosotros. Pero, ante Dios, lo que interesa es el final. Saber rectificar a tiempo. Pero, rectificar con decisión, rectificar para ser, definitivamente, fiel a Dios.

martes, 4 de enero de 2022

Fiesta del Bautismo del Señor. 09/01/2022. Domingo

Estamos hoy en el primer domingo del año 2022 y es la fiesta del Bautismo del Señor. Este bautismo forma parte de los planes de Dios sobre nosotros. Pero, no debemos temer a los planes de Dios. Nunca serán con el fin de aplastarnos. Jesús viene para estar con nosotros, junto a nosotros. Dios nos quiere tanto que elimina la infinita distancia que nos separa. El libro bíblico de Isaías, conforma la primera lectura de la misa de este domingo. Es la presentación que Dios Padre nos hizo de Jesús. El nos manifiesta la justicia a todos nosotros, porque trae la justicia misma en sus manos. Pero es una justicia llena de amor y cariño, es la justicia con la verdad. No es la justicia que se predica voceando por las calles. Dios nos ha tomado de la mano. Con Jesús al frente somos luz de las naciones, es decir, a disposición suya para ayudarlo, de verdad en su misión. Memoricemos para esta semana la frase: "El Señor bendice a su pueblo con la paz". Repitámosla varias veces durante el día y así viviremos más la presencia de Dios en nosotros. Es una forma estupenda de recordarnos de Dios. Es la forma de vivir el salmo 28 durante el día de hoy. La segunda lectura se toma del libro Hechos de los Apóstoles, 10, 34-38. Es hora, cuando Pedro, el primero de los Apóstoles, comprende de verdad el proceder de Dios. Para Dios somos todos iguales, porque para Dios no existen los enchufados. No sólo somos todos iguales, sino que nos ama de verdad a todos nosotros, si de verdad nos dejamos ungir por Dios con la fuerza del Espíritu Santo y hacemos el bien a todos. Pedro acaba de descubrir que Dios no hace acepción de personas, sino que acepta al que le teme y practíca la justicia, sea de la nación que sea y, a esos, envió a Dios su palabra y anunció la Buena Nueva de la paz que trajo Jesucristo, el Señor de todos. Es una paz interior que los que aceptamos de verdad a Cristo, experimentamos en nuestro corazón. Lo expresa muy bien el evangelio de hoy: Lucas 3, 15-16. 21-22. Para que no haya confusiones Juan habla muy claro. Y dice refiriéndose a Jesús: yo os bautizo con agua, pero Jesús os bautizará en Espíritu Santo y fuego. Jesús ora, Jesús reza y entonces, ya bautizado, se abrieron los cielos y bajó el Espíritu Santo sobre él, en forma de paloma y vino una voz del cielo que dijo: "Tú eres mi hijo muy amado, en tí tengo puestas todas mis complacencias". Y de estas complacencias, sin duda que participamos también nosotros, porque participamos de Jesús. Por esta razón, debemos participar de los sentimientos que salen del corazón de Jesús. Obremos como Jesús quiere, como Dios desea, y nos llenará de muchas bendiciones. Propósito: Seamos capaces de hacerlo por nuestra cuenta.

 
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