martes, 4 de enero de 2022

Fiesta del Bautismo del Señor. 09/01/2022. Domingo

Estamos hoy en el primer domingo del año 2022 y es la fiesta del Bautismo del Señor. Este bautismo forma parte de los planes de Dios sobre nosotros. Pero, no debemos temer a los planes de Dios. Nunca serán con el fin de aplastarnos. Jesús viene para estar con nosotros, junto a nosotros. Dios nos quiere tanto que elimina la infinita distancia que nos separa. El libro bíblico de Isaías, conforma la primera lectura de la misa de este domingo. Es la presentación que Dios Padre nos hizo de Jesús. El nos manifiesta la justicia a todos nosotros, porque trae la justicia misma en sus manos. Pero es una justicia llena de amor y cariño, es la justicia con la verdad. No es la justicia que se predica voceando por las calles. Dios nos ha tomado de la mano. Con Jesús al frente somos luz de las naciones, es decir, a disposición suya para ayudarlo, de verdad en su misión. Memoricemos para esta semana la frase: "El Señor bendice a su pueblo con la paz". Repitámosla varias veces durante el día y así viviremos más la presencia de Dios en nosotros. Es una forma estupenda de recordarnos de Dios. Es la forma de vivir el salmo 28 durante el día de hoy. La segunda lectura se toma del libro Hechos de los Apóstoles, 10, 34-38. Es hora, cuando Pedro, el primero de los Apóstoles, comprende de verdad el proceder de Dios. Para Dios somos todos iguales, porque para Dios no existen los enchufados. No sólo somos todos iguales, sino que nos ama de verdad a todos nosotros, si de verdad nos dejamos ungir por Dios con la fuerza del Espíritu Santo y hacemos el bien a todos. Pedro acaba de descubrir que Dios no hace acepción de personas, sino que acepta al que le teme y practíca la justicia, sea de la nación que sea y, a esos, envió a Dios su palabra y anunció la Buena Nueva de la paz que trajo Jesucristo, el Señor de todos. Es una paz interior que los que aceptamos de verdad a Cristo, experimentamos en nuestro corazón. Lo expresa muy bien el evangelio de hoy: Lucas 3, 15-16. 21-22. Para que no haya confusiones Juan habla muy claro. Y dice refiriéndose a Jesús: yo os bautizo con agua, pero Jesús os bautizará en Espíritu Santo y fuego. Jesús ora, Jesús reza y entonces, ya bautizado, se abrieron los cielos y bajó el Espíritu Santo sobre él, en forma de paloma y vino una voz del cielo que dijo: "Tú eres mi hijo muy amado, en tí tengo puestas todas mis complacencias". Y de estas complacencias, sin duda que participamos también nosotros, porque participamos de Jesús. Por esta razón, debemos participar de los sentimientos que salen del corazón de Jesús. Obremos como Jesús quiere, como Dios desea, y nos llenará de muchas bendiciones. Propósito: Seamos capaces de hacerlo por nuestra cuenta.

 
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